14 de marzo, 2017 — La guerra en Siria ha convertido a todo el país en una cámara de tortura. Ese fue el principal mensaje del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Zeid Ra’ad Al Hussein, durante un discurso pronunciado hoy ante el Consejo de Derechos Humanos de la ONU en Ginebra.
Zeid, recordó el caso de detención y tortura de niños que pintaron graffitis antigubernamentales en las paredes de una escuela en Daraa y expresó que estos mismos abusos continúan y se han extendido por toda Siria a seis años de iniciado el conflicto.
“Hoy de algún modo todo, el país se ha convertido en una cámara de torturas, un lugar de horror e injusticia absoluta“, dijo.
Cientos de miles de personas han muerto y millones han sido desplazadas por el conflicto sirio, al que Zeid calificó como el “peor desastre causado por el hombre que el mundo ha visto desde la Segunda Guerra Mundial”.
El Alto Comisionado declaró que los constantes vetos del Consejo de Seguridad de la ONU retrasan la esperanza de poner fin a la “carnicería“ y resaltó el horror del secuestro y la venta de niñas y mujeres yazidi como esclavas sexuales por parte de los terroristas de ISIS, así como la situación de desesperación de los habitantes de Alepo, que sufrieron bombarderos aéreos el año pasado cuando el gobierno recuperó la ciudad.
Asegurar que haya rendición de cuentas por este tipo de crímenes sigue siendo clave, agregó Zeid, y afirmó que su Oficina está trabajando para establecer un mecanismo internacional que juzgue a los responsables, de acuerdo con la resolución de la Asamblea General de las Naciones Unidas adoptada en diciembre pasado.