20 de febrero, 2017 — La escasez de alimentos para su distribución en África afecta a unos 2 millones de refugiados en 10 países, advitieron Ertharin Cousin, Directora Ejecutiva del Programa Mundial de Alimentos (PMA), y el Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados, Filippo Grandi.
En un comunicado conjunto, los líderes del PMA y el ACNUR recalcaron que esta escasez podría empeorar en los próximos meses sino se consiguen nuevos fondos.
Entre 2011 y 2015 el número de refugiados en África se duplicó y aunque los donantes aumentaron sus aportes, estos no han sido suficientes para satisfacer las necesidades de esas personas.
«No podemos imaginar lo difícil que es la vida para miles de refugiados que no tienen comida, y se les niega la posibilidad de trabajar o de mantenerse de otra manera. Los refugiados suelen adaptarse a cualquier circunstancia, pero los recortes en la asistencia alimentaria, hasta el 50 por ciento, están teniendo un impacto devastador en la salud y la nutrición de miles de familias», declaró Grandi.
Diez operaciones de refugiados en África recientemente sufrieron recortes. Las raciones alimenticias se han reducido hasta la mitad en Camerún, Chad, Kenia, Mauritania, Sudán del Sur y Uganda.
“Los donantes han sido muy generosos al enfrentarse a necesidades globales sin precedentes, pero ningún refugiado merece ser abandonado», agregó Cousin.
Las agencias de la ONU han mostrado su preocupación por la inseguridad alimentaria y la malnutrición en la región del Cuerno de África, donde existe una crisis humanitaria sin precedentes.
Recientes estudios realizados por el PMA documentaron altos niveles de desnutrición aguda, anemia y retraso del crecimiento. En campamentos de refugiados de Etiopía, Chad, Sudán y Djibouti la desnutrición aguda es crítica y un 40 por ciento de los refugiados padecen anemia.