Artículo de Fondo, Por Ignacio Martínez (14-02-17).- Los profesionales de las marchas seguramente rieron con el resultado francamente desalentador de la marcha «Vibra México» en Morelia, los que fuimos simplemente no fuimos capaces de incrementar el número de participantes y lo que es peor, creo que tampoco tuvimos la capacidad de atraer a la gente que estaba en las calles del centro histórico a unirse a la manifestación.
Falta de promoción? desánimo de la gente? Miedo a la confrontación con algún otro grupo?
Falta de promoción no lo creo porque tanto los medios convencionales como los alternativos dieron profusamente la noticia de que un grupo de empresarios mostraban su interés de replicar la marcha «Vibra México» de la capital del país a nuestra ciudad y más tarde se unió también el rector de nuestra máxima casa de estudios el Dr. Medardo Serna.
Miedo a la confrontación con algún otro grupo?
Se dieron aplausos espontáneos durante la marcha, los turistas tomaban fotos de los manifestantes, al llegar a Palacio de Gobierno la marcha encontró un grupo de manifestantes que pregonaban No al gasolinazo y el repudio contra Enrique Peña Nieto, ante el paso del contingente una persona se negó a quitarse mientras gritaba consignas contra el presidente de México, las lonas pasaron por arriba del manifestante, mientras gritaba «Muera Peña Nieto».
No sentí miedo al caminar sobre la avenida Madero y participar en la manifestación, más bien tenía una sensación de extrañeza tomé la decisión de no ser reportero, sino un simple ciudadano que mostraba con ello su inconformidad contra el Presidente Trump y su actitud con nuestro país.
Desánimo de la gente?
Al final creo que todo queda al explicar el evidente fracaso de la marcha en el desánimo de la gente a la participación, el tomar la decisión que de manera pacífica con una simple marcha sirva de poco o nada hacer una protesta contra el presidente Trump, le soy franco cuando llegué a la zona y vi tan poca gente casi me retiro porque sentí que no valía la pena, pero fueron solo segundos de pensar en irme porque sentí que lo importante era finalmente lo que yo sentía y que era una forma de manifestarme, de sentir que mi país, México, es un país donde se respetan las libertades.
Fue un auténtico honor cantar el himno nacional en el patio de mi legendario Colegio de San Nicolás.
Fue un honor defender la autenticidad de la marcha cuando una mujer me dijo que esos de «blanco» eran puros acarreados, sonreí y le dije, significa que soy uno de los acarreados? déjeme decirle que vengo por convicción, porque lo deseo, porque he querido, luego balbuceo, bueno no todos son acarreados.
Fue emocionante escuchar en la voz del señor rector Medardo Serna que los jóvenes deportados tendrían espacios educativos en nuestra Universidad Michoacana.
Patético que los empresarios que promovieron y que se sentaron en una rueda de prensa para anunciar «Vibra México» permanecieran en la comodidad del casi anonimato Agustín Arriaga, Alfonso Guerrero, Fernando Rodríguez, Lupita Morales, no los vi, pero dicen que ahí estaban, Juan Pablo Arriaga ni siquiera se presentó, bien por Roberto Ramírez el único que dio la cara como tal, es mas fácil protestar por redes sociales que mostrar la cara no?
Líderes de opinión? compañeros de Medios de Comunicación?
Participaron solamente mis compañeros reporteros, reporteros gráficos y camarógrafos, pero ni un dueño de medio se atrevió a dar la cara.
Algo que más que totalmente plural y ciudadano pudo haber sido, parecía un grupo de nicolaitas acompañando a su rector en una manifestación en contra de Donald Trump.
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