Columna Política «ELQUENOCAE…», Por Leopoldo G. Arenas (09-02-17).- Uno de los principales problemas que enfrenta el sistema educativo nacional es no poder lograr y fomentar el gusto por la lectura, desde hace ya varias generaciones nuestros niños, jóvenes y adultos manifiesta repulsión a leer.
Preocupante es, cuando uno acude a impartir alguna materia a nivel maestría y los alumnos no tienen los conocimientos básicos, desconocen su área de aprendizaje, el nivel de vocabulario es bajo y excluyen por completo los acontecimientos que dieron origen al entorno en el que viven.
Lo grave del asunto es que esta situación se presenta también en gran parte de la Unión Americana, la mitad de la población es rural, su nivel de escolaridad en promedio es de secundaria, son clases medias con capacidad de compra razonable y que su medio de diversión consiste en salir diariamente del trabajo para acudir a la tienda Walmart más cercana, a conocer las novedades del día.
Para esa mitad, todo lo que está al sur de su frontera es México, desconocen el número de países en que está dividido nuestro planeta, piensan que Washington se transformó en dios (la pintura que decora la cúpula principal de su congreso lo demuestra) y al ser herederos de él, se consideran los dueños del mundo.
Si ellos y nosotros en lugar de dedicar gran parte de la vida al televisor y ahora al Facebook y al whats app, abrieran un libro con la historia de la primera mitad del siglo XX, se sorprenderían.
Al término de la primer guerra mundial y después de las sanciones que fueron puestas al país perdedor, la sociedad alemana quedo desmoralizada, no existían alimentos y el nivel inflacionario llegó a máximos históricos, las mujeres sin importar edad o condición social se prostituían por migajas, para llevar algo de alimento a sus familias. Bajo este panorama surge el Partido Nacional Socialista el cual con un gran sistema de propaganda, comienza a ganar adeptos dentro de la población.
Un joven mitad político, mitad actor, copiando en parte el “look” de Charles Chaplin (incluido el bigote) con una gesticulación exagerada y un discurso nacionalista, toma el poder y hace renacer las esperanzas de ese pueblo.
A nivel mundial, nadie le prestó atención, pensaban que solo eran excentricidades pasajeras, tan es así, que la comunidad mundial acudió a la Olimpiada de Berlín alegremente, de igual manera nadie quiso ver el enojo de Adolfo, cuando un atleta de color, derrota a los corredores de raza blanca.
Poco tiempo después, Alemania sorprende al mundo, invadiendo en tiempo record a sus vecinos y dominando a Europa.
Comenzó un sistema de segregación racial, mismo que en poco tiempo se transformó en exterminio, enfocado principalmente a judíos y gitanos, dando resultado a un número no calculado de muertos, las cifras van de los 8 millones y más.
Siete años duró la segunda gran guerra, la humanidad sacó a flote sus peores instintos, se utilizó en dos ocasiones contra la población civil, armamento atómico, matando a miles de inocentes en segundos.
Al término del conflicto, las divisiones que se originaron, forzaron la construcción de un muro que separó a las tres cuartas partes de Berlín del resto del mundo, creó un muro de acero y alambre entre oriente y occidente, dividió familias y culturas, generó una carrera armamentista que consumió tal cantidad de recursos económicos que media humanidad se sumergió en la pobreza.
Millones de muertos, una Europa destruida, cuarenta años de separaciones, resentimientos y odios fueron el resultado de las políticas y acciones implementadas por un hombre en la Alemania de los años 30s y 40s.
Setenta y dos años después, la historia se repite, un hombre mitad actor mitad racista, llega al poder bajo un discurso nacionalista, tiene sus raíces en la Europa de la supremacía blanca, es intolerante y piensa que solo él tiene la razón, sus primeras acciones se encaminan a la separación racial tal como lo realizó Hitler, habla de guerras, tanto comerciales como física, trata de crear un ghetto al sur de la frontera, donde piensa recluir a todos los latinos, amenaza con enviar fuerzas para combatir a los “bad hombres”
¿Les suena conocido lo que está ocurriendo? ¿Se tienen que repetir los millones de muertos?
Quien no conoce la Historia, está obligado a repetirla.
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