25 de enero del 2017.- El presidente Donald Trump ordenó el miércoles la construcción de un muro a lo largo de la frontera con México, la creación de nuevos centros para detener inmigrantes no autorizados en la frontera sur y la reactivación de un programa federal para agilizar deportaciones.
«Hemos hablado de esto desde el comienzo», indicó el mandatario al firmar una de las dos órdenes ejecutivas sobre seguridad fronteriza y migración que planeaba firmar el miércoles.
El mandatario firmó los decretos en una ceremonia en el Departamento de Seguridad Nacional, tras honrar al nuevo titular de esa agencia, el general retirado John Kelly.
El vocero Sean Spicer indicó más temprano que: «Como dijo el presidente, México lo va a pagar (…) México va a reembolsar el costo del muro de una u otra forma».
El Gobierno mexicano, que según Spicer está al tanto de la medida, ha afirmado que no pagará por el muro.
Lo que Trump quiere es ya comenzar con el proyecto, utilizando fondos y recursos existentes y posteriormente trabajar con el Congreso para encontrar más recursos, indicó Spicer.
Donald Trump dijo, según extractos de una entrevista con la cadena de televisión ABC, que espera que en cuestión de meses comience la construcción del muro, y que los planes para levantarlo ya están en marcha.
Trump dijo al canal de televisión que si bien los contribuyentes estadounidenses tendrán que financiar inicialmente el muro, al final México tendrá que pagar por él. Las negociaciones para el reembolso comenzarán «relativamente pronto», agregó.
Al afirmar tener autoridad para construir un muro, Trump podría apoyarse en una ley de 2006 que autorizó la construcción de varios cientos de kilómetros de bardas a lo largo de la frontera de 3 mil 218 kilómetros (2 mil millas). Ese proyecto de ley derivó en que fueran erigidos unos mil 120 kilómetros (700 millas) de diversos tipos de cercas diseñadas para impedir el paso de vehículos y peatones.
La Ley de la Cerca Segura fue promulgada por el presidente George W. Bush, y la mayor parte de las cercas en Texas, Nuevo México, Arizona y California fueron construidas antes de que él dejara el cargo. Las últimas partes fueron completadas después de que el presidente Barack Obama asumiera el puesto en 2009.
El gobierno de Trump también debe apegarse a un tratado firmado hace décadas con México que limita dónde y cómo pueden construirse estructuras a lo largo de la frontera.
Dicho tratado de 1970 requiere que las estructuras no alteren la corriente de los ríos, los cuales definen la frontera entre los dos países a lo largo de Texas y en 38 kilómetros (24 millas) de Arizona, de acuerdo con la Comisión Internacional de Límites y Aguas, una agencia conjunta mexicana-estadounidense que administra el tratado.
Trump se reunirá con el presidente mexicano Enrique Peña Nieto en la Casa Blanca la semana próxima. El gobierno mexicano no se ha pronunciado sobre el tema hasta el momento.
La orden del mandatario estadounidense incluye más espacios de detención para migrantes ilegales en la frontera sur.
«Su prioridad con respecto a la inmigración es asegurarse que la gente en este país que ha cometido algún delito, o quiere perjudicarnos, sacarlos», dijo Spicer.
La medida también veta la liberación de inmigrantes ilegales detenidos y mantiene la prioridad de deportación para inmigrantes con antecedentes criminales.
Los planes propuestos añaden al menos una suspensión de cuatro meses a todas las autorizaciones de ingreso de refugiados, así como una prohibición temporal a la gente que venga de algunos países de mayoría musulmana, de acuerdo con un representante de una organización de políticas públicas que monitorea asuntos de refugiados.