28 de noviembre, 2016 — En los últimos años, el número de migrantes y refugiados provenientes de Centroamérica, en particular de Honduras y El Salvador, se ha incrementado de manera importante, por lo que la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR) ha calificado la situación como severa.
Renata Dubini, directora de ACNUR para las Américas subrayó la gravedad de la situación, sobre todo en los lugares donde se siente más la presencia del crimen organizado.
De paso por México en el marco de una gira de trabajo a Centroamérica del alto comisionado adjunto de la ONU para los Refugiados, George Okoth-Obbo, Dubini comentó que se reportan anualmente 450.000 personas provenientes de la región que transitan por México para llegar a Estados Unidos.
Al recorrer la ruta de los refugiados y migrantes centroamericanos desde Honduras, El Salvador y Guatemala hasta la frontera con México, el equipo de ACNUR pudo observar las condiciones que enfrentan estas personas.
Dubini señaló que hay muchos adolescentes que viajan solos, pero también destacó que hay cada vez más familias que deciden huir de la violencia que impera en sus países a pesar de los esfuerzos que los Gobiernos de Honduras y El Salvador están haciendo para proteger a sus ciudadanos.
La directora regional de ACNUR afirmó que existe una buena cooperación entre los países de la región para atender a los migrantes y mejorar la situación en sus territorios.
“Los países de la región se están coordinando muy bien para apoyarse mutuamente. Hay muchos encuentros y foros donde pueden discutir cómo pueden fortalecer su interacción. Hay mucho intercambio entre Honduras, El Salvador y Guatemala y buena relación con México y Estados Unidos. Es muy positivo”, apuntó.
De acuerdo con la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (COMAR), 7.000 personas han solicitado asilo en el país este año. En 2015, el Gobierno de México recibió 3.423 solicitudes de asilo provenientes de personas del Triángulo del Norte, es decir, Guatemala, Honduras y El Salvador.
Dubini comentó que ACNUR no descarta que con los cambios de administración en Estados Unidos pudieran aumentar el número de personas que buscan protección y refugio en México.
“Es una situación bastante delicada. Como resultado de esto, el número de solicitantes de asilo en México ha aumentado sensiblemente y estamos ahora prácticamente en un 125% de aumento respecto al año pasado”, destacó.