Ahuizote Agencia de Información Ahuizote.com
Columna «Sendero Político», Por José Cruz Delgado (16-XI-16).- Vaya que cada vez que se acerca un proceso electoral surgen los oportunistas no sólo en el Partido Revolucionario Institucional y el Partido de la Revolución Democrática que intentan guardar sus formas.
Lamentablemente, empiezo por el PRI, cada vez que el Partido Revolucionario Institucional (PRI) tiene eventos de gran importancia como elecciones o renovación de dirigencias nacional o estatal, muchos priístas se ufanan de que hay unidad, pregonan a los cuatro vientos que hay cohesión y que el PRI estás más fuerte y más unido que nunca, pero en la práctica es una falacia. La prueba está en días pasados cuando vino el ex gobernador de Oaxaca Ulises Ruiz quien por cierto dejó cuentas pendientes en su tierra natal.
No se sabe a ciencia cierta que pretende este mediocre político que anda recorriendo el país aglutinando a gente traidora de su mismo partido. Mejor dicho a supuestos militantes y simpatizantes del tricolor que un sinfín de veces han traicionado a su partido apoyando a otros partidos y candidatos. Posiblemente le quieren mover el tapete al dirigente Víctor Silva Tejeda, quien es hasta ahora el mejor dirigente que ha tenido el PRI en la entidad.
Mire usted, Ulises Ruiz designó un grupo de personas como representantes de una corriente llamada “Democracia Interna” y tuvieron el descaro se entregar una misiva en la sede del PRI para que la hicieran llegar al presidente nacional Enrique Ochoa Reza, dirigente nacional del tricolor. Claro que su promotor principal es Martín Julio Aguilar Jefe de los sicarios del PRI y de Antonio Arzate y Mario Tzintzun.
Pero su convocatoria no tuvo eco, los mandaron a la “tiznada” ya que fueron aproximadamente 60 priístas desleales las que asistieron al evento, entre ellas los traidores o sicarios políticos del PRI, Jesús Arzate, ex secretario de la CNC en Michoacán, , Mario Tzintuzún, Jorge Valdéz,, ex funcionario en Zacapu, Emilio Montoya, francisco Zepeda, Domingo Cuevas Rico, Román Nava Ortiz, ex alcalde Carácuaro, Ramón Maya, ex diputado local, político traumado que no gana una en La Piedad, Alfredo González, quien por cierto fue en representación del diputado federal Antonio Ixtláhuac y Arturo Antonio, ex alcalde de Zinapécuaro. Pero todo seguramente encabezados por el mapache electoral y traidor del PRI Martín Julio Aguilar. Todos estos supuestos priísras han traicionado a su partido y abiertamente han brindado apoyo al PRD y lo más lamentable es que algunos fungen como delegados del tricolor en algunos distritos. A estas personas les llaman “sicarios del PRI”. Finalmente Arturo Acosta, otro político traumado quedó al frente de la seupolítica expresión llamada “Democracia Interna”. Estos traidores sí deberían ser expulsados del PRI.
Mire, Ulises se pronunció contra el “el dedazo” y la pregunta es: ¿Cómo llegó él a la gubernatura?
Si vergüenza tuviera se quedaría callado. Ulises y sus pocos seguidores deberían enfrentar un juicio en la Comisión Nacional Partidaria del PRI por traidores.
Pero en todas partes se cuecen habas. Los grupos políticos o expresiones como les llama el PRD, son pandillas de políticas que buscan el poder como sea, no les importa la unidad sino los intereses personales o de su grupo y para lograrlo pisotean a todo el que se le pare enfrente.
En el PRI, como en el PRD, existen esas pandillas, como los TINOQUISTAS, LOS FAUTISTAS, LOS AUSENCISTAS, LOS REYNISTAS, LOS CHONISTAS y ahora los Ulisistass. Se acerca la elección del candidato a la Presidencia de la República y casi al mismo tiempo la de senadores, diputados y otra vez alcaldes. Volverán a surgir los oportunistas, aquellos que nunca dan la cara para hacer “talacha”, pero que quieren un puesto de elección popular, eso sucede en todos los partidos políticos. Vuelven a surgir las pandillas políticas. Las pandillas tricolores y perredistas buscarán a sus mejores gallos para que ocupen los mejores puestos. Ya hay muchos que buscan la diputación federal, la alcaldía y la diputación local, como los legisladores Raymundo Arreola Ortega, Juan Figueroa Gómez, Sergio Ochoa Vázquez, Adriana Hernández Íñiguez, etc.
Las mafias del poder, como dijera Andrés Manuel López Obrador, también existen en el PRI, aquel político que se cobija en una pandilla tiene futuro, quien se quiere ir por la libre es de inmediato aplastado y marginado, mejor dicho acaban con su carrera política.
El nuevo dirigente del PRI, tiene una nueva visión, apoyará a los jóvenes que sí trabajen por su partido. Ojalá corra a los desleales como Arzate y Mario Tzintun, Martín Jullio Aguilar y sus demás miembros de la pandilla.
La unidad sólo se ve cuando viene la cargada. Muchos priístas o perredistas desleales abrazan a sus dirigente pero los apuñalan por la espalda y les mientan la “mamá”.
Las tribus, las expresiones, pandillas, mafias, como les quieran llamar existen en todos los partidos políticos, el PRI no es la excepción. Repito se hacen llamar expresiones pero son pandilleros políticos.
Víctor Silva Tejeda está haciendo un magnífico trabajo al frente del PRI en Michoacán, pero Ulises y su pandilla quieren echarlo a perder como si quisieran que el gobierno siguiera en manos del PRD. Bueno, al menos Arzate y Tzintzun si trabajan para el mejor postor.
