04 de noviembre, 2016 — Unas 240 personas murieron ahogadas el miércoles cuando intentaban cruzar el Mediterráneo para llegar a Europa en busca de seguridad y una vida mejor.
Entre las víctimas de este nuevo naufragio se contaban numerosos niños y mujeres embarazadas, informó el Fondo de la ONU para la Infancia (UNICEF).
Los 29 sobrevivientes rescatados y transportados a la isla italiana de Lampedusa indicaron que la embarcación había partido de las costas libias y se hundió 12 kilómetros después del inicio de la travesía.
La doctora Helena Rodríguez, quien colabora con los trabajadores de salud de Italia, relató que una sobreviviente liberiana de 31 años perdió en la tragedia a sus dos hijos y a su hermano.
“Aunque había pagado a los traficantes 2.400 dólares para que la llevaran con su familia de Libia a Italia, cuando vio la precariedad del bote que los cruzaría se negaron a subir, pero los traficantes los forzaron a abordar”, explicó Rodríguez.
Cuando arribaron en Lampedusa el jueves por la mañana, las personas rescatadas se encontraban afectados física y psicológicamente, algunos estaban estado de shock, sufrieron quemaduras graves o, incluso, llegaron en estado de coma.
UNICEF informó que la mayor parte de las víctimas provenían de Senegal, Liberia, Guinea y Nigeria.
En lo que va de 2016, más de 4.200 refugiados y migrantes han muerto en el intento de atravesar el Mediterráneo y unos 160.000 han logrado desembarcar en Italia.