26 de octubre del 2016 (Con información de Aristegui Noticias).- El juez tercero de Distrito de Procesos Penales Federales con sede en Toluca, Estado de México, dictó auto de formal prisión a Felipe Flores Velázquez, exsecretario de Seguridad Pública de Iguala, Guerrero.
Autoridades judiciales informaron que esta persona está acusada del delito de secuestro en agravio de los estudiantes de la Escuela Normal Rural “Raúl Isidro Burgos” de Ayotzinapa.
Flores Velázquez fue detenido el viernes pasado cuando salía de la casa de su esposa en el municipio referido y fue puesto a disposición de la Procuraduría General de la República.
¿Pero qué es lo que sabe este hombre?
Esto es lo que apunta el segundo informe del Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes, presentado en abril pasado:
“La detención de los normalistas fue reconocida por el jefe de la policía municipal Felipe Flores Velásquez… quien declaró ante la PGJ que “en el transcurso de esas horas de la madrugada tuve conocimiento que habían sido detenidos un grupo de jóvenes, por lo que siendo las dos de la mañana le pregunté al C. José Ulises Bernabé García, quién es el oficial de barandillas, respecto de la veracidad de esa información, contestándome que, efectivamente, le habían llevado a unos jóvenes, pero que esos se habían ido, que de hecho no habían entrado a barandillas, sin darme más datos”.
Esta declaración de Flores contrasta con lo declarado con Bernabé, quien en todo momento ha sostenido que los normalistas nunca llegaron a barandillas.
Lo primero que podría aclarar el ex mando policiaco es si los normalistas llegaron o no a la base de la policía municipal como lo declaró al principio.
El GIEI apunta más: “De acuerdo con otra evidencia, Felipe Flores habría llegado a Comandancia en compañía del Subprocurador Jurídico y de Atención a Víctimas, RMC, entre la 01:30 h y las 2:00” de la madrugada del 27 de septiembre.
El grupo de expertos reveló algunas llamadas de Flores, como una realizada “a un número que se encuentra en la ciudad de Acapulco y que mantiene una actividad constante durante toda la noche. La otra comunicación telefónica… (un mensaje) lo manda Felipe Flores desde el centro de Iguala. Posteriormente este teléfono al que Flores mandó el mensaje se comunica a las 21:39:26 a través de una llamada telefónica con una duración de 34 segundos. Felipe Flores marcó su teléfono en la antena de Nicolás Bravo, antena localizada a espaldas del palacio municipal, y el usuario del número señalado se encontraba cerca de la antena denominada Margaritas frente al Palacio de Justicia”.
Aún más: “A las 00:21:34 del 27 de septiembre de 2014, Felipe Flores recibe una nueva llamada del mismo número de teléfono ya señalado anteriormente. Esta llamada duró 74 segundos. Felipe Flores estaba dentro del radio de la antena del centro de la ciudad de Iguala, llamada Nicolás Bravo. El otro celular se encontraba en la antena de Santa Teresa, justo cuando la Policía Federal, y en concreto su directos en Iguala LD, ya se encontraba en la escena de Los Avispones en Santa Teresa”.
“Las llamadas telefónicas entre un número de teléfono y el Secretario de Seguridad Pública de Iguala en los momentos claves de los hechos, muestran comunicación frecuente y desde diferentes escenarios y en momentos distintos con Felipe Flores, y en cada uno de esos escenarios estuvo presente patrullas de Policía Federal según los testigos: primero en la calle Juan N. Álvarez aproximadamente cuando Felipe Flores señaló que habló con el directos de la Policía de Iguala LD; en el Palacio de Justicia, donde según varios testigos hubo dos patrullas de Policía Federal; en el crucero de Santa Teresa a la hora en que se encontraba en la zona la Policía Federal, 45 minutos después del ataque sufrido por varios vehículos incluyendo el autobús de Los Avispones. El contenido de estas comunicaciones, la identidad del usuario debe ser aún determinada con seguridad, pero el GIEI señala que las pruebas de las antenas de telefonía muestra que se trataría de Policía Federal. La investigación de esta información es clave para establecer el nivel de comunicación entre ambos niveles de gobierno”.
El GIEI apuntó que “la policía federal ministerial omitió reportar lo visto en la Comandancia Municipal de Iguala, lugar clave para la definición de la desaparición de los estudiantes y no salvaguardaron dos escenas de crimen que en una de ellas pudieron evitar la muerte de tres de los estudiantes”.