Columna Política «Repercusiones», Por Samuel Maldonado B. (17–X-16).- En lo general y desde hace ya varios sexenios, en la administración pública del país, los supuestos gobiernos nacionalistas, lo único que han logrado con su conducta entreguista y desnacionalizada, es un retraso económico impresionante que ha generado millones de pobres y dificultado el avance del desarrollo nacional. La aplicación de este sistema político económico, ha aplastado a las masa popular, hundido a las clase media y con esta antinacional conducta, favorecido en mucho, el crecimiento de un grupo cuasi imperial y económico, que lo conforman y encabezan quienes en una forma u otra han sido partícipes principales en la administración pública. Este grupo pequeño de empresarios que juntos poseen una enorme fortuna, prácticamente son socios o prestanombres de los que han estado al frente de los gobiernos de la República.
Viene a cuento lo anterior, porque en Michoacán, prácticamene al término de un año escaso de la administración estatal (el domingo anterior), el gobernador del Estado informó de la la renovación y cambio de casi la mitad de sus principales secretarios. Varios de ellos, salieron de la titularidad de una Secretaría para entrar a otra y otros, se supone salieron definitivamente de su secretaría para no regresar a ninguna, lo que llama la atención de quienes en alguna forma seguimos la pista de lo que hacen o dejan de hacer, tanto los presidentes que han pasado por el Palacio Nacional, como lo que acontece en los diversos gobiernos de los Estados.
Estamos atentos y seguimos las novedades (y a veces las truculencias) que realizan gobernadores de estados como el de Veracruz, por citar un solo ejemplo, quien solicitó un permiso del (sic) Honorable Congreso Veracruzano, para abandonar (según dichos personales “para limpiar su nombre”) a un mes del término de su mandato constitucional.
En nuestro Estado, el gobernador constitucionalmente elegido, prácticamente a un año de iniciado su periodo de gobierno, determinó la salida de casi la mitad de su gabinete; más de uno salió de una Secretaría para entrar a otra y otros, hasta la presente fecha, se encuentran ¡ya! fuera del sistema.
Me llama la atención el renuevo y me preguntó el porqué unos van de una Secretaría a otra y otros han sido despedidos. ¿Acaso la determinación primera fue equivocada o impensada?, o bien, cuáles son realmente las causas o las razones argumentadas que provocaron que unos saliera definitivamente del sistema y a otros se le reubicaran en otras secretarías.
Ciertamente que en materia de ciencia Política, se cocina aparte y con frecuencia los seguidores de esta materia, se preguntan el porque salieron o el porqué se reubicaron. Si son muy buenos los que se reubican sería importante el saber de sus logros para saludarlos con respeto.
En materia Política (con mayúscula) hay un término muy popular al que se le denomina como Lampedusiano y que en el lenguaje común y corriente, le llamamos “Gatopardismo”, entendiéndose por este nombre que todo puede conservar ciertos valores pero para lograr ese objetivo, hay que cambiar o entregar o “algo” para no cambiar
En lo particular me parece sano que se realicen los cambios siempre sustentados en razones, pero cuando alguien sale de una secretaría para entrar a otra, prácticamente se indica que quien los nombró se equivocó de principio; o bien, las razones de una posición (como en el ajedrez) de los cambios o movimientos de las piezas.
Si mayoritariamente, como es el caso del Gobernador actual que fue nominado por la mayoría, sería un gesto de atención del Ejecutivo con su ciudadanía, el informar con detalle las razones del porqué se cambian a otra Secretaría. ¡En fin, si se desean mantener ciertos valores, hay que entregar algo a los transformadores, para no cambiar!