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Columna «Coordenadas Políticas», Por Fernando Pérez Chávez (05-IX-16).- Los Festejos Patrios en Morelia estarán a cargo del Gobierno del Estado de Michoacán, ante la incapacidad del ayuntamiento independiente que encabeza el alcalde repudiado por la gente en su primer año de gestión, Alfonso Martínez Alcázar.
El presidente municipal Poncho Martínez cedió la estafeta al gobierno de Silvano Aureoles Conejo, debido a su visión estratégica de empresario, toda vez que sólo existen gastos, no puede hacer negocios, no hay “moches” y menos recaudación tributaria.
Ante esta situación el gobernador Silvano Aureoles encabezó el recorrido en Bando Solemne, para la publicación de las actividades que con motivo de las fiestas patrias se desarrollarán en la capital michoacana.
Serán 140 actividades deportivas, cívicas y culturales las que se ofrecerán para honrar al Siervo de la Nación Don José María Morelos y Pavón, en donde el ayuntamiento independiente sólo se encargará de los festejos del 30 de septiembre.
El gobernador perredista Silvano Aureoles depositará una ofrenda floral en recuerdo de las víctimas de los atentados terroristas del 2008, durante el 198 aniversario del Grito de Independencia y después acuda a la sesión solemne del Congreso, a la apertura del nuevo período legislativo de sesiones.
A propósito de los ataques que consistieron en la detonación de dos granadas de fracmentación en la Plaza Melchor Ocampo a un costado de La Catedral y tras la última arenga del gobernador Leonel Godoy Rangel se escucharon las detonaciones, con saldo de ocho muertos y 132 heridos.
Por otro lado, muchas de las personas que resultaron heridas, perdieron las extremidades y se encuentran en el olvido oficial; los tres presuntos responsables detenidos en Apatzingán del grupo criminal de Los Zetas, fueron puestos en libertad por falta de pruebas.
Finalmente a ocho años de los granadazos del 2008 en Morelia, la herida sigue abierta, el caso impune y las víctimas engañadas y en el olvido, luego de que a principios del 2015 les quitaron el servicio médico, se suspendió la beca a los niños heridos y las pensiones vitalicias que les prometieron fueron “apoyos temporales”.
