15 de julio, 2016 — La ONU condenó en los términos más enérgicos el atentado cometido en Niza, Francia, el 14 de julio, que ha causado hasta el momento más de 80 muertes, y llamó a darle una respuesta cuidadosa y sofisticada que no se limite a aumentar las medidas de seguridad.
El Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Zeid Ra’ad Hussein, expresó gran consternación y señaló que el asalto a gente común utilizando un simple camión como arma letal es otro golpe de los extremistas a la humanidad.
Su portavoz, Ruperte Colville, dijo en una conferencia de prensa en Ginebra que se cometen tantos ataques en el mundo que las condenas son insuficientes frente a una ideología que parece estar creando una serie sin fin de fanáticos preparados para matar por matar.
Cuando una manera de asesinar –ya sea secuestrar aviones, detonar bombas o utilizar rifles de asalto– se hace más difícil, simplemente encuentran otra. Y nuestra respuesta necesita ser cuidadosamente calculada y altamente sofisticada. No se trata sólo de aumentar la seguridad, se trata de minar la ideología en sí misma hasta que se reduzca y vuelva a donde pertenece, que es la nada, dijo el portavoz.
El Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, por su parte, calificó el atentado como “bárbaro y cobarde” y reiteró que el terrorismo en todas sus formas y manifestaciones constituye una de las amenazas más graves a la paz y seguridad internacional.
En una declaración presidencial, el órgano de seguridad recordó que todos los Estados tienen la obligación de combatir por todos los medios esa amenaza.
El Secretario General, Ban Ki-moon, también repudió el ataque y pugnó por que se identifique y procese a los responsables.
En un comunicado, manifestó su solidaridad al pueblo y gobierno francés y enfatizó la necesidad de intensificar los esfuerzos regionales e internacionales para combatir el terrorismo y el extremismo.
El presidente de la Asamblea General, Mogens Lykketoft, la UNESCO, la Organización Mundial de Turismo (OMT) y la Alianza de Civilizaciones, se sumaron a la condena firme del atentado en Niza y al clamor de luchar contra el terrorismo con herramientas como la educación, la justicia y el respeto a los derechos humanos.
El ataque en Niza se produjo cuando un camión arrolló a la multitud que celebraba la fiesta nacional francesa del 14 de julio, dejando 84 muertos y más de 120 heridos, varias decenas de ellos de gravedad.