Ciudad de México, 10 de junio del 2016 (El Economista).- Petróleos Mexicanos se asociará por primera vez en su historia con empresas privadas para explorar y explotar un campo en aguas ultra profundas en el Golfo de México.
El director de Pemex, José Antonio González, informó que el campo de explotación es el denominado como Trion y que se localiza a unos 40 kilómetros de la frontera marítima con Estados Unidos y en un tirante de agua de más de 2,500 metros de profundidad.
La inversión prevista para desarrollar el campo es de 11,000 millones de dólares y se estima que tiene reservas equivalentes a 480 millones de barriles de crudo ligero.
La licitación se lanzará el 5 de diciembre.
El directivo dijo que probablemente una empresa privada será la operadora del campo. No mencionó a ningún socio potencial y sólo dijo que en este tipo de asociaciones suelen participar en promedio tres empresas.
«Este es un verdadero hito en la historia de Pemex», sostuvo.
La asociación, conocida como farm-out, es posible gracias a una histórica reforma petrolera que terminó con el monopolio de Pemex y abrió el sector energético a las empresas privadas nacionales y extranjeras.
Pemex descubrió ese campo hace algunos años y es uno de los que retuvo en 2014 en la llamada Ronda Cero, cuando también recibió áreas no exploradas, tras la mayor reforma energética realizada en México en décadas.
Después de más de año y medio de retraso, Pemex ha comenzado así la esperada migración de contratos y proyectos a las nuevas figuras contempladas en la reforma, con las cuales la atribulada petrolera espera apuntalar su declinante producción de hidrocarburos.
La estatal ha sido golpeada por la caída de los precios del crudo, lo que la llevó a recortar sus gastos en los dos últimos años y bajar su expectativa de producción de crudo a 2.13 millones de barriles por día (bpd) al cierre del 2016.
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