31 de mayo, 2016 — Un grupo de expertos de Naciones Unidas en derechos humanos expresó alarma ante los ataques verbales y amenazas realizadas contra uno de sus miembros, la conocida defensora y activista de derechos humanos mexicana, Mariclaire Acosta.
Un comunicado circulado en la sede de la ONU afirma que Acosta has sido repetidamente el blanco,en los medios de comunicación mexicanos, de declaraciones difamatorias que alientan implícitamente a la violencia contra ella.
Además de una larga trayectoria como defensora de los derechos humanos en su país, desde 2013 Acosta es miembro de la Junta de Síndicos del Fondo de Contribuciones Voluntarias de la ONU para la Cooperación Técnica en Materia de Derechos Humanos, órgano consultivo nombrado por el Secretario General, para proporcionar asesoramiento sobre el fortalecimiento de la asistencia a los Estados en la esfera de las garantías básicas.
La Presidenta de esa Junta,Lin Lim, afirmó en nombre de sus cinco miembros que el Gobierno de México debe garantizar la protección y el apoyo a Acosta y a todos los defensores de los derechos humanos, y darles el espacio y las condiciones para trabajar en seguridad, de conformidad con las obligaciones internacionales del Estado.
«Acosta es una prominente defensora con una reputación mundial debido a su integridad, profesionalidad y compromiso. Si ella puede ser sometida a este tipo de ataques y amenazas indignantes, entonces los defensores de los derechos humanos con un perfil menos visible deben vivir en constante temor por sus vidas «, dijo la presidenta de la Junta.
Añadió que las autoridades mexicanas deben garantizar,en particular, que los defensores y las defensoras de los derechos humanos que se enfrentan a amenazas de violencia física, a ataques a su integridad y otros intentos intimidatorios, tienen una protección adecuada. Esto incluye a estudiantes, agricultores, pueblos indígenas y defensores de los derechos de los trabajadores, entre otros.
La Junta de Síndicos expresó esperanzas de que el Gobierno de México ejerza su gran voluntad soberana para salvaguardar la reputación de ese gran país y la integridad de su vibrante sociedad civil.