Destacó que la Convención Iberoamericana se firmó por nuestro país el 11 de octubre de 2005; tiene 44 artículos y su objetivo principal es el de proteger de manera integral los derechos humanos de las y los jóvenes bajo el principio de la no discriminación.
Detalló que cada uno de sus artículos se vincula con algún tipo de acción para hacerlos efectivos, como por ejemplo, se considera a la población como joven sujetos y titulares de derechos, exige a los estados que la ratifican a garantizar y respetar los derechos humanos de las y los jóvenes, compromete a los estados que formulen políticas y programas para que los jóvenes contribuyan e el respeto de los derechos humanos, plantea el fomento a la paz, la fraternidad y el derecho a una vida libre de violencia, establece la igualdad de oportunidades y del ejercicio de sus derechos entre hombres y mujeres.
“El documento reconoce la importancia de las familias, de los padres y madres, sustitutos legales y jóvenes, y exhorta a los estados parte a reconocer los derechos expresados en la Convención Iberoamericana y a responsabilizarse de su promoción y respeto, así como la protección”.
Así también, protege toda una serie de derechos civiles, políticos, económicos, sociales y culturales que colocarían a nuestro país en una de las legislaciones más avanzadas a nivel mundial en cuanto a la defensa y protección de los derechos de las y los jóvenes, que en pleno siglo XXI seguimos padeciendo de la desigualdad y la discriminación, así como la falta de oportunidades.
Por ello, destacó que después de siete años, así como de múltiples exhortos y puntos de acuerdo emanados, tanto de Cámara de Diputados como del Senado de la República, el Poder Ejecutivo federal no ha cubierto los requerimientos de información necesarios para proceder a su ratificación.
“No es posible que nuestro país ejerza prácticas dilatorias en la ratificación de tratados y convenios internacionales que implican un mejoramiento radical de nuestro marco jurídico para la protección y garantía de nuestros derechos fundamentales. Las y los jóvenes somos uno de los sectores más estratégicos para el desarrollo de nuestro país, somos los que representamos la verdadera posibilidad de cambio y de transformación”, enfatizó Torres Piña.