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Columna «La Opción», Por Jorge Vilchez.-
Tiene razón el diputado panista Marko Cortés Mendoza cuando asegura que bajo ninguna circunstancia la autoridad estatal debe permitir el retiro de las fuerzas federales y del Ejército Mexicano en el combate al crimen organizado en la entidad.
Y es que, si bien es cierto que se han registrado avances en materia de seguridad, tal y como lo aseguró el secretario de Gobernación Miguel Angel Osorio Chong, también lo es que hay aún algunos grupos delictivos que pretenden sobrevivir manteniendo en jaque a algunas localidades michoacanas.
Una muestra de lo anterior se escenificó ayer con la detención y el desarme de un grupo de 12 personas que tenían en su poder un total de 15 armas de diferentes calibres, así como diferentes cantidades de metanfetamina.
La aprehensión de ese grupo de supuestos delincuentes habría provocado reacciones en diferentes municipios en donde se quemaron vehículos públicos y privados.
Pero, esa violenta reacción sería un mensaje de la delincuencia organizada como un síntoma de que está perdiendo espacios y poder frente al aparto gubernamental.
Y sí, aunque ha sufrido serios golpes, tanto con la detención de algunos de sus cabecillas como en el apoderamiento de bienes inmuebles que antes había arrebatado a sus verdaderos dueños, la delincuencia organizada se niega a desparecer del territorio michoacano.
“Estas acciones operativas, en las que participan la Procuraduría General de Justicia del Estado, la Procuraduría General de la República, el Ejército Mexicano, la Policía Federal y la Secretaría de Seguridad Pública, continúan en estrecha coordinación y con el firme propósito de garantizar la seguridad y hacer prevalecer el Estado de Derecho; no habrá impunidad”, refiere un comunicado de prensa del gobierno estatal.
Así, la coordinación entre los Gobiernos Estatal y Federal, vía sus cuerpos policiacos y elementos está ofreciendo resultados.
Hace algunos días, en reunión con los integrantes del Grupo de Coordinación Michoacán, el gobernador Silvano Aureoles Conejo reveló que «es reconfortante el trabajo que materia de seguridad se ha realizado. No obstante ello, conminó a los integrantes del Grupo de Coordinación “a no bajar la guardia y no disminuir el paso para seguir entregando buenos resultados a las michoacanas y michoacanos”.
Cierto, no se ha culminado con el proceso del combate al crimen organizado, pero los pasos que se han dado en ese sentido han sido alentadores.
Ya lo advirtió el parlamentario federal panista Marko Cortés cuando dice “la reiterada práctica de quema de vehículos de los grupos criminales, es una fuerte advertencia a la autoridad estatal para no cantar victoria, ni bajar la guardia ante la incuestionable presencia de los delincuentes”.
Y esa dinámica se percibe en la administración estatal que preside Silvano Aureoles Conejo, porque el objetivo es ofrecer seguridad a la sociedad michoacana.
Cierto, la seguridad debe seguir siendo una prioridad en la agenda del gobierno estatal, y en eso debe seguir coordinándose con el Gobierno de la República.
