Artículo de Fondo «Exposición de Motivos», Por Alejandra Bravo.- La detención de 12 presuntos
Lo cierto es que al mermar a los templarios, se hacía imperioso que los grupos de autodefensas corrieran la misma suerte para que no se terminaran convirtiendo (como dijo alguna vez Mireles) en lo mismo que una vez combatieron. Tarde llegó el pensamiento del hoy detenido doctor Mireles, pues en el afán de protagonismo, supremacía o simple presunción, las disputas entre comunitarios no tardó y se registraron enfrentamientos de manera mutua, que incluía llamar a sus adversarios herederos de los templarios, creando con ello una enorme confusión a grado tal que ya no se sabía quiénes eran los buenos y quiénes los malos. El caso más emblemáticamente más triste, fue sin duda el enfrentamiento entre El Americano contra Hipólito Mora que dejó 11 muertos (ninguno encarcelado por semejante desencuentro).
Las acciones de este tipo de grupos criminales que hoy nuevamente sacuden a la sociedad michoacana, nos recuerdan las consecuencias de echarle el guante a criminales de la talla del siniestro Arnoldo Rueda “El Minsa”, detenido en el auge del gobierno godoyista y cuyos secuaces habrían desatado el infierno con la quema de vehículos por muchas partes del estado como represalia. Pues hoy la detención de estos presuntos 12 viagras, nos vienen a recordar que no todo ha concluido, que no es exageración lo que las autoridades advierten de la urgente necesidad de disolver autodefensas para concretar el mando unificado.
El saldo a la hora de escribir esta columna, la tarde del día martes 12 de abril, era de 22 vehículos incendiados igualmente como represalia por la detención de los 12presuntos criminales. Pareciera que se tratara del mismo patrón sintomático ante el duro golpe que reciben los criminales directamente en sus cabezas de mando. Sin duda no serán las últimas señales de violencia que veremos, pero está claro el rumbo que llevan las autoridades estatales y federales para asumir directamente el control con mayor valentía y no con las pávidas acciones de Leonel Godoy Rangel y sus posteriores sucesores, que ni siquiera tenían el valor de llamar a esos criminales por su nombre.
La estrategia contra la criminalidad tiene mayor forma y fondo a diferencia de la torpe pero prepotente acción del entonces comisionado Alfredo Castillo y su lacayo Jara.
Hoy, el reto incluye no solo controlar la criminalidad organizada, también la de evitar a toda costa el arribo de células de bandas criminales como el CJNG, rivales de los erradicados templarios que gustosos sentarían sus reales en tierras michoacanas para gustar del festín cual carroñeros de la violencia.