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Morelia, Mich., 18 de marzo de 2016.- Hace 78 años, el General Lázaro Cárdenas del Río se dispuso a crear un México desarrollado y competitivo a nivel nacional, por eso, un 18 de marzo de 1938 nacionalizó la industria petrolera con el respaldo de los mexicanos, recordó el dirigente del Partido de la Revolución Democrática (PRD) Carlos Torres Piña.
En el marco de LXXVIII Aniversario de la Expropiación Petrolera, el líder estatal del Sol Azteca lamentó que con la llegada de Enrique Peña Nieto a la Presidencia de México, se haya puesto fin a una ley histórica que derivó en el crecimiento del país, y que hoy se desmorona provocando desestabilidad financiera y menos recursos para los mexicanos.
“Con la implementación de la Reforma Energética nos robaron nuestra historia y empeñaron nuestro futuro”, expresó Carlos Torres, tras remembrar que el decreto del General Cárdenas impulsó el desarrollo de la economía y generó grandes beneficios en varios rubros, principalmente en la educación y la salud.
La nacionalización del petróleo derivó en la construcción de cientos de universidades, escuelas públicas, sistemas de seguridad social, hospitales, y una economía que registraba un crecimiento anual del 8 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), manifestó el dirigente perredista.
Entre 2015 y 2016, el Gobierno Federal redujo a Pemex 162 mil millones de pesos, lo que ha generado el despido de más de 11 mil trabajadores que dedicaron años de servicio de la paraestatal con el objetivo de llevarla a la quiebra y justificar su privatización.
Las pésimas reformas emprendidas y aprobadas por este gobierno no sólo ponen en riesgo la economía del país, sino que además “al permitir la entrada de las compañías trasnacionales que buscan tener precios competitivos con el mercado mundial, se flexibilizan las leyes orillando a que se viole la soberanía del país”.
En este sentido, declaró que el dinero que se genere por la extracción, transformación y distribución del petróleo ya no será para el pueblo mexicano, “se quedará en manos de particulares, dejando una brecha importante en el recurso financiero federal que se generaba a través de las aportaciones por el PIB”.
Además, enfatizó que si bien se ve a Lázaro Cárdenas como la figura central de esta conquista, para que esto fuera posible, el pueblo mexicano tuvo un papel fundamental, contribuyendo con sus propios recursos para pagar los medios de producción expropiados, logrando así que el petróleo y su explotación regresaran a manos de los mexicanos.
Después de 78 años, «lo que menos le interesa al gobierno de Peña Nieto es el bienestar de los mexicanos, pues en vez de tratar de elevar su calidad de vida, se busca beneficiar al que más tiene y no permite un reparto equitativo de la riqueza».
