Columna Política «El Chamuco».- En la realidad política doméstica de Michoacán, afloran los grillos de baja estofa que buscan sacar algo con la fuerza de la calumnia, y que, en la mayor parte de los casos, lo que buscan es limpiarse la cara para tratar de quitarse la mancha de un oscuro paso por los cargos públicos.
Entre los chacales que han asomado la cabeza en estos días, destacan los personajes de Roberto Monroy, Roberto Molina, Guillermo Valencia, los opinócratas Christian Gutiérrez y Leopoldo González, todos connotados militantes del PRI y vinculados al narco gobierno que se impuso en años pasados en Michoacán.
Estos personajes se han confabulado para vengarse de Michoacán, y cóbraselas a los ciudadanos que votaron en contra del PRI, y que por ende los expulsó a ellos del Gobierno, por ineficaces, corruptos y frívolos.
De Roberto Monroy, sus actos lo pintan de cuerpo entero y su paso por la secretaría de Turismo en la trágica era de Fausto Vallejo habla de él y su capacidad: mala campaña de promoción del estado por parte de la Sectur Michoacán, el adeudo de más de 14 millones de pesos al Fideicomiso de Promoción Turística (Fripotur), por parte del gobierno estatal y la ingobernabilidad que se vive en la entidad, provocó un decremento en la afluencia turística del 50 por ciento en todo el territorio estatal.
Asimismo, a Roberto Monroy hay que recordarle que el septiembre del 2012 se registró un terrible accidente en el Lago de Zirahuén, durante la grabación de un promocional turístico con el elenco de La Academia, de TV Azteca, pertenecía a la Procuraduría de Justicia estatal, informó la dependencia. En el accidente murió un productor de la televisora.
De Roberto Molina, empresario hotelero y militante dislocado del PRI, muy poco hay que decir de sus talentos, sólo que cuando estuvo al frente de los hoteleros solapó todos los errores de su socio Monroy y que cuando Michoacán ardía debido al infierno desatado por la fiesta templaria que auspició el PRI, guardó silencio. Una estrellita en su frente: es amigo íntimo de Rodrigo Vallejo Mora.
Christian Gutiérrez, un reputado profesor, pero mal opinador, tiene el “honor” de ser el asesor de Jesús Reyna, quien sigue preso por solapar a Servando Gómez Martínez “La Tuta”.
En esa misma condición se encuentra Leopoldo González, también asesor de los priístas que arden en el infierno de la opinión pública.
Sobre Guillermo Valencia, pues sus antecedentes lo persiguen, y al parecer el comisionado Alfredo Castillo le perdonó la carrera política, porque se habla de un video en donde departe abiertamente con el ex líder de los Caballeros Templarios. Lo demás que él diga, es pura demagogia.
Por lo que se ve, se trata de chacales que siguen rumiando su derrota, y que ahora quieren mantener la imagen terriblemente negativa del estado, esa misma que ellos con sus actos, sus decisiones y sus corruptelas, construyeron tabique por tabique.