16 de enero del 2016.- El ex dirigente del PRI, Humberto Moreira, llevaba una vida discreta en uno de los barrios más acaudalados de Cataluña.
Cada mañana salía, disfrutaba de la vivienda con piscina cubierta, seis habitaciones y jardín que había alquilado en la exclusiva zona de Valldoreix al norte en la provincia de Barcelona y, sobre el papel, era uno más entre los alumnos del máster internacional que la Universidad Autónoma de Barcelona imparte en Comunicación y Educación.
El Español informó que Moreira alquiló su casa barcelonesa a principios de 2013, cuando las cosas empezaron a ponerse feas en México y todavía peores en Estados Unidos.
La justicia mexicana investigaba a sus principales colaboradores por generar un agujero de 246 millones de euros en las cuentas públicas gracias a préstamos ficticios, y Estados Unidos los acusaba de utilizar su país para blanquear parte de esos fondos.
Según fuentes del caso, fue la petición de la Fiscalía española la que motivó la detención de Moreira en Madrid. Los agentes de la Policía Nacional, autorizados por el juez de laAudiencia Nacional Santiago Pedraz, confirmaron que el ex gobernador mexicano había instalado su residencia en Barcelona y esperaron a que volviera de uno de sus viajes para ser detenido.
No fue una tarea dura. Bastó con revisar su cuenta en las redes sociales para confirmar que Moreira seguía residiendo en España. Sin embargo, no se encontraba en el país, ya que había emprendido un viaje con su familia.
El ex gobernador de Coahuila fue arrestado cuando regresaba a España. En el mismo aeropuerto, los agentes le esperaban a pie de pista para ser puesto a disposición judicial.
(Con información de El Español)