15 de diciembre, 2015 — En medio de la escalada de la violencia en Burundi, el Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos alertó hoy sobre la gravedad de la crisis que se está desencadenando en el país y urgió a todas las partes implicadas a tomar todas las medidas posibles para iniciar un diálogo inclusivo.
La urgencia de una acción decisiva es inminente y no podemos darle la espalda al pueblo de Burundi en este punto de inflexión de su historia, dijo la portavoz de Zeid Ra’ad Al Hussein en conferencia de prensa en Ginebra.
Este llamamiento se produce después de los ataques mortales del 11 de diciembre contra varios campamentos militares en Bujumbura, que acabaron con la vida de docenas de personas.
El pasado viernes, las fuerzas de seguridad llevaron a cabo redadas en numerosos domicilios en la capital, arrestando a cientos de jóvenes, presuntamente ejecutando a varios de ellos.
La portavoz Cécile Pouilly resaltó la gravedad de la situación que se está viviendo en el país africano.
“Con esta nueva serie de sangrientos acontecimientos, el país parece estar dando nuevos pasos hacia la guerra civil y las tensiones están a punto de reventar en Bujumbura”, dijo Pouilly.
La crisis política está haciendo estragos en Burundi, causando la huida de unas 20.000 personas, después de que el presidente Pierre Nkurunziza decidiera presentarse a las elecciones por tercera vez, algo que la oposición denunció como anticonstitucional.
Tanto Zeid como el Secretario General de la ONU han hecho desde entonces numerosos llamamientos a la calma y la reanudación del diálogo que se vio suspendido a mediados de julio.
Se espera que esta tarde John Ging, director de operaciones de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios, y Afshan Khan, director de los programas de emergencia de UNICEF den una conferencia de prensa en la sede de la ONU sobre su reciente viaje a Burundi.