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Artículo de Fondo, Por Patricia Flores Anguiano.- Después de la Segunda Guerra Mundial en la que participaron 72 Estados y movilizados 110 millones de hombres, teniendo más de 40 millones de muertos, tanto el norte de China, Japón y Europa quedaron devastados tanto en lo industrial, ferroviario, portuario, psicológico, económico, social, ante este desastre en 1945 se reúnen delegados de 50 naciones en San Francisco para redactar el Acta de las Naciones Unidas, su objetivo era crear un organismo internacional para promover la paz y evitar guerras futuras, por lo que coinciden los asistentes en la necesidad de proteger a las generaciones venideras del azote de las guerras, las cuales en dos ocasiones – la Primera y Segunda- habían producido sufrimiento incalculable a la humanidad.
Fue Eleanor Roosevelt (viuda del Presidente Franklin Roosevelt), quién presidía la Comisión de los Derechos Humanos de la ONU, y además delegada de Estados Unidos ante la ONU, quién se le atribuye la inspiración del documento sobre los Derechos Humanos, el cual fue adoptado por las Naciones Unidas.
Es así que el 10 de diciembre de 1948 la Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó la Declaración Universal de los Derechos Humanos, por lo que esta fecha es declarada como Día de los Derechos Humanos, la cual conmemoramos desde esa fecha, cada año.
Estos derechos son un conjunto de prerrogativas sustentadas en la dignidad humana, el cual se encuentra en nuestra Carta Magna, los Tratados Internacionales entre otros ordenamientos jurídicos.
Hoy todos los seres humanos; hombres y mujeres; jóvenes y adultos; niños y niñas; negros, mestizos, indígenas, blancos, amarillos; los que hablan cualquier idioma; los profesan cualquier religión y los que no; ricos y pobres; discapacitados; profesionistas y no; empleados y funcionarios; trabajadores y desempleados, todos tenemos sin distingo alguno los mismos derechos humanos que son; el de proteger la vida, la libertad, la dignidad, la igualdad, la seguridad, la integridad física, la propiedad, es decir, se resumen en derechos individuales, de una sociedad y de un pueblo.
Sin embargo, ante la conmemoración, también hay que señalar que aún muchos de estos Derechos consagrados en nuestras leyes, desde hace cerca de siete décadas, aún hay grupos de la sociedad en nuestro país y en el mundo que no conocen sus derechos, que no los ejercen, que les son violados, que incluso estamos hablando de los derechos de primera generación (civiles y políticos).
En México, aproximadamente 60 millones de personas viven en pobreza, 22 millones de personas viven sin acceso al agua, 12 millones de mexicanos de migrantes en busca de oportunidades, 24.6 millones de personas en pobreza alimentaria, 21 millones de personas en carencia por acceso a los servicios de salud, crecimiento urbano desordenado, contaminación de cuerpos de agua y del aire, deforestación, 7.7 millones de persona son analfabetas, persiste la desigualdad económica, social y de género, un régimen fiscal favorable para los ricos, el 1% de la población recibe los ingresos del 21% del país, escuelas de palitos, sin baños sanitarios, agua potable, alumbrado, drenaje, 280 mil desplazados por la violencia en México, nuestro país ocupa el tercer lugar mundial en muertos por conflictos armados después de Siria e Irak.
Así se pude describir un sin número de temas que no solo no se han resuelto sino que incluso se incrementan cada año, pareciera que estamos en una prolongada guerra fría, donde la globalización toma fuerza e impone en otros países modelos económicos, sociales, religiosos e ideologías a nivel mundial y lo que menos importa es el respecto y ejercicio de los derechos humanos.
Esta conmemoración debe servir para conocer el por qué del establecimiento de la fecha, su objetivo e importancia para la dignificación de la vida humana.
