Artículo de Fondo, Por Patricia Flores Anguiano.- El cambio climático es un tema que toma fuerza en las últimas décadas, ya que significa un aumento de la temperatura, causado por razones naturales, o por actividades humanas. Ahora el debate se centra en cómo contralar el cambio climático, ya que científicamente esta comprobado que el principal depredador y contaminante de los recursos naturales es el hombre.
Desde 1860 se tienen registros de la temperatura, misma que ha ido en aumento a partir de 1980 y de seguir así se estima que para el año 2100 podría incrementarse 3 grados centígrados, lo que causaría severos problemas principalmente de escasez del agua.
La ONU estima que es de 1 a 3 mil millones de personas de clase media que le meten presión al planeta debido a los patrones de consumo, hoy en día somos 60% más voraces que décadas atrás.
Otro dato es que el 80% de los productos que se fabrican son desperdicio a partir del primer uso, es decir, son desechables, así como la pérdida de la biodiversidad y de nitrógeno, lo que va a provocar un “estrés hídrico” tanto físico como económico, el estrés hídrico físico significa que lo sufrirán países como África, algunos de Asia y parte de nuestro país, el cual consiste en que por más que se perfore no habrá agua, y el estrés hídrico económico, son los mismos países y el centro de nuestro país, en donde sí hay agua pero no habrá los recursos económicos para extraerlos.
De tal manera quienes más sufren los impactos del cambio climático son los países pobres, por un lado por la ubicación geográfica que tienen en el planeta y por otro, por la escasa tecnología y recursos económicos que tienen para enfrentarlos. Por ejemplo en cambio climático en los países ricos impacta en un 4% del PIB y en los países pobres en un 12% del PIB. Lamentablemente México es un país con mucho riesgo ante el aumento de la temperatura.
Los países más desarrollados son los que más emiten contaminantes como; China, EUA, India, Rusia, Japón y Korea, por ello es urgente que éstos se comprometan en la COP 21 a desarrollarse en París, Francia en estos días a desarrollar economías bajas en carbono, a generar un mercado de energías limpias, con el objetivo de mitigar y adaptar a la nueva realidad.
Sin embargo todos debemos hacer un firme compromiso por trabajar en beneficio del cuidado, protección del medio ambiente, de tal manera que en toda actividad económica y social la hagamos en un marco de sustentabilidad, ya que de continuar así en el 2030, casi la mitad de la población 3.9 mil millones de personas tendrán estrés hídrico, cambiando la demografía mundial, económica, incrementándose los conflictos en estas zonas.
El principal reto cambiar tanto el modelo como concepto de desarrollo, porque el actual pone en riesgo la supervivencia de la especie humana, la concentración de la riqueza, la maximización de las ganancias, la voracidad y el consumismo a costa de los recursos naturales debe ser sustituido si queremos que esta especie siga siendo parte de este planeta, por lo que tenemos que trabajar en nuestras ciudades una infraestructura y equipamiento verde realizando las siguientes acciones que generen un desarrollo sustentable, equitativo, sostenible, armónico, transversal, principalmente en: Suelo de Conservación; Habitabilidad y Espacio Público; Agua; Movilidad; Aire; Residuos; Cambio Climático y Energía.
Estamos a tiempo, es cuestión de voluntad política, de conciencia ciudadana, donde todos desde nuestro quehacer hagamos algo por este espacio en el que nos toco nacer y vivir.