- Hacer todo lo que esté a su alcance para que en el PRD no haya corruptos y delincuentes. Va a expulsar a todos los que estén o caigan en esa situación.
- Reunificar al PRD y lograr la reconciliación interna. Los perredistas deben entender que sus enemigos están fuera.
- Las corrientes deben poner los intereses del partido por encima de sus intereses particulares.
- Actuar como una verdadera oposición de izquierda. Va a exponer las fallas, la negligencia y la corrupción del gobierno.
- Dialogar con el gobierno y negociar acuerdos coyunturales, pero el tiempo de los grandes pactos ya pasó.
- Está abierto al diálogo con Morena y su líder. El PRD busca la alianza con las fuerzas de izquierda.
- Transformar, desde abajo, al partido, para dinamizar todos los niveles de la estructura.
- Ser competitivo en las 13 elecciones para gobernador que tendrán lugar en el 2016.
Son ideas generales de un proyecto que puede calificarse como mínimo, que pretende hacer frente a los problemas más evidentes del partido que ahora dirige. En las próximas semanas el proyecto deberá ampliarse y afinarse.
El nuevo presidente del PRD ha dicho que no está en ninguna corriente del partido y que su compromiso es trabajar por el conjunto y no por una fracción. Al inicio de su mandato cuenta con la aprobación de todos los grupos. La pregunta es si este apoyo se mantendrá en el mediano y largo plazo.
Jesús Ortega, líder de los Chuchos, la corriente mayoritaria del PRD, ha dicho que el presidente del partido gobierna con el Comité Ejecutivo Nacional (CEN); el nuevo fue elegido el pasado 21 de noviembre, y los integrantes del partido. La pregunta es si éstos van a dar espacio para que Basave se mueva con libertad o van a restringir su campo de acción.
La decisión del PRD de traer a un político, también académico, externo a la organización me parece un acierto. Habrá que ver si Basave es capaz de sacar adelante su proyecto y si tiene el liderazgo para romper con las prácticas e inercias que se han instalado en ese partido y que tanto daño le hacen.
En el PRD nadie ignora la crisis que ahora vive el partido que se expresa de múltiples maneras: corrupción, protección de criminales, fraccionamientos, caída de la votación y desprestigio social. Las corrientes apuestan a que Basave les ayude a superar esta situación. No dudo de su capacidad y espero que salga victorioso del gigantesco reto al que se enfrenta.