24 de noviembre, 2015 — Unos 530 millones de niños en todo el mundo viven en áreas propensas a las inundaciones y unos 160 millones en zonas de severa sequía, dejándolos gravemente expuestos a los impactos del cambio climático, advirtió UNICEF en un informe publicado hoy de cara a la conferencia sobre el tema que la ONU celebrará en diciembre en París (COP21).
En declaraciones a la prensa en Ginebra, el portavoz de UNICEF, Christophe Boulierac puso en evidencia la relación entre el nivel de vulnerabilidad de los niños a los efectos del cambio climático y la pobreza.
“Unos 300 millones de esos niños viven en países donde más de la mitad de la población es extremadamente pobre, sobreviviendo con poco más de 3 dólares al día”, dijo el portavoz.
“Estas cifras subrayan la urgencia de actuar con inmediatez”, señaló en un comunicado el director ejecutivo de la agencia, Anthony Lake.
El cambio climático provoca más sequías, inundaciones, olas de calor y otras condiciones climatológicas extremas. UNICEF destaca que estos desastres pueden causar muerte y destrucción y aceleran la propagación de las mayores amenazas a la seguridad de los niños, como la malnutrición, el paludismo y la diarrea aguda. El resultado, según la agencia, es un círculo vicioso en el que un niño sin acceso a agua potable y saneamiento antes de una crisis corre un riesgo mucho mayor de verse impactado por una severa tormenta o sequía, y a su vez menos preparado para recuperarse.
Los líderes mundiales que se reunirán en París del 30 de noviembre hasta el 11 de diciembre tratarán de alcanzar un acuerdo para reducir las emisiones de dióxido de carbono, lo que según los expertos es fundamental para evitar subidas catastróficas en la temperatura del planeta.