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Artículo de Fondo, Por Patricia Flores Anguiano.- En México existen 54 derechos humanos consagrados en nuestro orden jurídico, la Declaración Universal de los Derechos Humanos, en su artículo 1, los define así “Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos y, dotados como están de razón y conciencia, deben comportarse fraternalmente los unos con los otros”.
Para las Naciones Unidas, los derechos humanos son inherentes a todos los seres humanos, sin distinción alguna, los cuales son interrelacionados, interdependientes e indivisibles, lo que significa que el avance de uno facilita el avance de los demás, o bien la privación de un derecho afecta negativamente a los demás.
Los derechos humanos de primera generación son aquellos inalienables al individuo, los de segunda generación protegen el rol social del individuo, y son los de tercera generación los que protegen la colectividad, a las personas de una comunidad con conciencia de identidad colectiva, pero con la revolución tecnológica del siglo XXI en la que aparece la sociedad del conocimiento, se crea una nueva generación de derechos humanos vinculados con las nuevas tecnologías de la información y la comunicación (TICs) y su incidencia en la vida de las personas, llamados de cuarta generación.
Los derechos humanos son un logro del triunfo de la Revolución Mexicana, que posteriormente se inscribieron en nuestra Carta Magna de 1917.
A pesar de tener un orden jurídico de avanzada, ser un país donde la democracia es la piedra angular, la situación de los derechos humanos en México es crítica de acuerdo a la organización Human Rights Watch (HRW), siendo la regla la
impunidad por quienes deben velar por cumplir y hacer cumplir la ley.
Los 54 derechos establecidos en la Constitución, no se cumplen en su totalidad y además se continúan violando, siendo los principales afectados los grupos o sectores de la sociedad más pobres, los adultos mayores, las y los niños, las mujeres, los migrantes, las jornaleros, campesinos, los lésbico-gay, entre otros.
La guerra contra la delincuencia ha sido el instrumento que más ha violado y afectado los derechos humanos, señalando que el fin justifica los medios.
Pero también la violan las grandes empresas transnacionales que contaminan las aguas, que depredan los bosques en busca de minerales, que sobreexplotan nuestros recursos naturales.
Sin embargo las autoridades por acción, inacción u omisión también violan los derechos humanos al no dar cumplimiento a los mismos como son el derecho a la educación, salud, vivienda, aire limpio, trabajo, esparcimiento.
Es momento de revisar la política pública en materia de derechos humanos y si realmente el fin justifica los medios, urge hacer un alto a la impunidad, cumplir las leyes, hacer valer los derechos individuales, sociales, económicos, culturales, ambientales, laborales para tener una sociedad feliz
La felicidad y armonía de los hombres y las comunidades será plena cuando los derechos humanos se ejerzan plenamente.
