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Artículo de Fondo, Por Patricia Flores Anguiano.- El pasado 29 de septiembre el ejecutivo federal envío al Congreso de la Unión una iniciativa de Ley Federal de Zonas Económicas Especiales (ZEE), con el objetivo de lograr crecimiento y desarrollo en el Sur de nuestro país, dicho proyecto contempla 3 ZEE –Lázaro Cárdenas, Michoacán; Salina Cruz, Oaxaca-Coatzacoalcos, Veracruz y Puerto Chiapas, Chiapas-, las cuales integran once Estados de la República: Michoacán, Guerrero, Oaxaca, Chiapas, Campeche, Quintana Roo, Yucatán y Veracruz, lo cual deja ver que dicha política centra su atención en el desarrollo de los puertos marítimos, seguramente para vincular este desarrollo con el proyecto de Acuerdo de Asociación Transpacífico (TPP) que es no más que el TLC pero reforzado y recargado, es decir, profundizar más el libre comercio, el cual a los productores Mexicanos no ha beneficiado.
Cuatro estados de los once que contempla la iniciativa se encuentran dentro de los más pobres y rezagados económica y socialmente de acuerdo a diversos datos aportados tanto por el Consejo Nacional de Evaluación (CONEVAL), como por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económica (OCDE).
Paradójicamente en esos estados de la república, lo que resalta es la pobreza, la migración, la baja calidad educativa, la violencia, el desempleo, bajos salarios, un sector primario rezagado y de producción local, deficiente infraestructura en telecomunicaciones, pobreza patrimonial, entre muchos otros, contraria a la enorme riqueza que poseen en recursos naturales; mar, ríos, bosques, selva, minería que son explotados de manera irracional y sin sustentabilidad.
Con dicha la iniciativa contemplan desarrollar acciones de apoyo fiscal, financiero, entre otras para lograr en esa región del Sur; incrementar la competitividad regional; generar economías de aglomeración; atraer inversión productiva nacional e extranjera; creación de empleos directos e indirectos; permite el desarrollo de la infraestructura; acelera el crecimiento de las exportaciones y la diversificación de la producción; y genera un efecto de marca en las localidades donde se instalan.
Sustentan que en los países como China, India, Corea del Sur, Malasia, Irlanda, Polonia, Panamá y Brasil, sus economías se han potenciado y mejorado la calidad de vida de sus habitantes.
Sin embargo en nuestro país muchos de los mega proyectos económicos de los últimos 40 años no son incluyentes, solo han concentrado la riqueza en unas cuantas manos y dejado en la pobreza a millones de mexicanos, ampliando la brecha entre pobres y ricos.
El Sur, codiciado, rebelde, luchador, inspirador y nacionalista, cuna de mujeres y hombres que aportaron todo su talento, capacidad y amor a su patria para hacer efectiva la justicia social, quiénes soñaban con un México igualitario, y que hoy sigue pendiente saldar esa deuda. Que por cierto hoy se cumplen 45 años de la muerte de nuestro General Lázaro Cárdenas del Río, quién señala que solo la justicia social lleva a la felicidad humana, por lo que es urgente, necesario y una prioridad llevar al Sur a la anhelada justicia social.
Es tiempo del Sur de nuestro México, no con políticas asistencialistas sino con políticas públicas que generen crecimiento y desarrollo; incluyente, igualitario, equitativo, sustentable, donde el centro de la política sea no la generación y/o acumulación de la riqueza, sino el desarrollo humano y social.
