05 de agosto, 2015 — La sociedad civil en Afganistán sigue pagando un alto precio por el conflicto que vive su país y 4.921 personas perdieron la vida o resultaron heridas en la primera mitad de este año a causa de los combates sobre el terreno y de ataques terroristas, entre otros incidentes.
La Misión de Asistencia de la ONU en ese país (UNAMA) y su Oficina de Derechos Humanos divulgaron hoy un informe en el que resaltan que las bajas de civiles podrían ser similares o superar la cifra record que ya se alcanzó en 2014.
Durante los últimos seis meses 1.592 afganos murieron y 3.329 resultaron heridos por acciones violentas en las que no participaban, lo que representa en conjunto un aumento del uno por ciento respecto de igual periodo del año anterior.
La UNAMA documentó un alza del 23 por ciento en la cifra de mujeres muertas y heridas como consecuencia del conflicto y un incremento del 13 por ciento en las víctimas infantiles.
El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Zeid Ra’ad Al Hussein, subrayó al divulgarse los datos que los civiles en Afganistán “sufren las consecuencias del conflicto armado y viven con la inseguridad y la incertidumbre de que cualquier ocasión en que van al banco, a una clase de costura, a un cita judicial o a una boda puede ser la última”.
Agregó que la impunidad por violaciones graves de los derechos humanos y de la ley humanitaria ha durado mucho tiempo en ese país y alienta el ciclo de violencia. “Es necesario dar pasos necesarios y urgentes hacia la rendición de cuentas para romper este venenoso ciclo”, remarcó.
El informe destaca que el 70 por ciento de las víctimas civiles fueron consecuencia de actividades realizadas por elementos antigubernamentales y un 16 por ciento se debieron a acciones de las fuerzas afganas de seguridad y milicias progubernamentales. El resto fue consecuencia de la explosión de artefactos y de otras acciones violentas a las que no puede atribuirse una autoría.
Durante los seis primeros meses de esta año aumentaron un 78 por ciento los muertos y heridos como consecuencia de ataques suicidas y contra instalaciones y se incrementó un 21 por ciento las víctimas de explosiones de artefactos improvisados, según el informe.
“Los civiles en Afganistán han sufrido durante demasiado tiempo este destructivo conflicto. Las devastadoras consecuencias de esta violencia contra civiles, como muestra este informe, debe servir para reforzar la convicción de que se necesita con urgencia la paz”, manifestó Nicholas Haysom, jefe de la UNAMA.
Danielle Bell, directora de Derechos Humanos de la Misión de la ONU en ese país señaló por su parte que el incremento de víctimas entre las mujeres y los niños es “particularmente aterrador” y las cifras registradas en lo que va de año superan a las de otros periodos similares en años recientes.
“Cuando una madre muere o queda mutilada a causa del conflicto , o un niño o niña, o una hermana o hermano, las repercusiones para las familias son devastadoras y duraderas.”, manifestó Bell.
El informe subraya también medidas cruciales que las partes enfrentadas deben adoptar para rebajar la cifra de víctimas y proteger a los civiles.