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10 de julio, 2015 — La FAO, el Programa Mundial de Alimentos (PMA) y el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA) exhortaron hoy a combinar la protección social con inversiones a favor de los pobres con el objetivo de erradicar el hambre en todo el planeta.
Según un estudio elaborado por las tres agencias de la ONU, 160 dólares al año por cada persona que viven en la pobreza extrema serían suficientes para acabar con el hambre crónica.
La cifra, que se traduce en 267.000 millones de dólares anuales adicionales de inversiones y protección social durante los próximos 15 años, permitiría eliminar el hambre de manera sostenible para 2030, afirma la publicación.
Los organismos explicaron que esas inversiones deberían dar acceso a los pobres a alimentos y mejores medios de vida.
El informe señala que a pesar de los progresos realizados en las últimas décadas, todavía hay cerca de 800 millones de personas –la mayoría en zonas rurales–, que carecen de comida suficiente.
Erradicar la subalimentación crónica en 2030 es una de las metas de la nueva agenda de desarrollo post-2015 que debe adoptar la comunidad internacional a finales de este año.
Durante la presentación del estudio, el director de la FAO, José Graziano da Silva, indicó que de seguir funcionando como hasta ahora, en 2030 habría todavía 650 millones de personas con hambre.
“Por ello defendemos un enfoque que combina la protección social con inversiones adicionales específicas en el desarrollo rural, la agricultura y las zonas urbanas que beneficiará principalmente a los pobres”, apuntó.
Agregó que la cantidad necesaria equivale apenas al 0,3% del Producto Interno Bruto mundial, un precio relativamente pequeño si se trata de poner fin a uno de los mayores flagelos de la actualidad.
Por su parte, el presidente del FIDA, Kanayo Nwanze, dijo que no habrá progresos en la reducción del hambre y la pobreza si no se invierte en la población rural.
“Si cuentan con el tipo correcto de herramientas y recursos, los pequeños productores agrícolas y empresarios rurales puede transformar comunidades que luchan para salir adelante en lugares prósperos”, aseguró.
Ertharin Cousin, directora ejecutiva del PMA, estuvo también en la divulgación del estudio y sostuvo que es preciso un cambio drástico en la forma de pensar para ayudar a que los más pobres salgan del círculo del hambre y la pobreza. N
“Tenemos que invertir en los más vulnerables y garantizar que tengan las herramientas que necesitan no sólo para superar el hambre, sino para mejorar sus recursos y capacidades”, subrayó.
La divulgación del documento tuvo lugar hoy en Roma, en vísperas de la Tercera Conferencia Internacional sobre Financiación para el Desarrollo, que se celebrará en Addis Abeba, Etiopía, del 13 al 16 de julio.
