17 de junio, 2015 — Una conferencia de prensa planeada para hoy en Ginebra sobre las consultas de paz en Yemen, que entraron en su tercer día, fue cancelada “por el bien de las conversaciones” y fue aplazada hasta nuevo aviso.
Las labores de intermediación de Naciones Unidas se están viendo complicadas porque el gobierno exiliado y los rebeldes se acusan mutuamente de sabotear el proceso.
Mientras tanto, el enviado especial de Naciones Unidas para Yemen, Ismail Ould Cheikh Ahmed, trata de conseguir que los houthis reduzcan el número de participantes en las conversaciones de 22 a los 10 acordados.
En una conferencia de prensa que Ahmed dio el martes por la noche dijo que la importancia de contar con la presencia de las dos delegaciones en Ginebra no podía ser subestimada y que constituye un paso importante para retomar el diálogo político.
En Nueva York, el portavoz de Naciones Unidas, Farhan Haq, dio una actualización sobre la meta de las consultas.
“Esperamos que las conversaciones promuevan la creación de mecanismos para generar confianza, aumentar las posibilidades de implementar las diferentes resoluciones del Consejo de Seguridad y asegurar que los compromisos de una de las partes no sean abusados por la otra”, dijo.
Yemen se ha visto azotado por el conflicto entre los rebeldes houthis, que respaldan al ex jefe de Estado Ali Abdullah Saleh y las tropas leales al presidente exiliado Abd Rabbu Mansour Hadi, que huyó a Arabia Saudita en febrero.
La violencia escaló en marzo cuando una alianza árabe liderada por Arabia Saudita lanzó un ataque contra los houthis.
El Secretario General de la ONU inauguró las consultas el lunes en Ginebra pidiendo una tregua humanitaria en Yemen que coincida con el comienzo del mes sagrado de Ramadán.
Naciones Unidas ha descrito la situación en Yemen, que ya sufre altos niveles de pobreza y desempleo, como una catástrofe humanitaria: 80% de su población necesita asistencia con urgencia y, según sus cálculos, desde el 19 de marzo, ya habrían muerto más de 2.600 personas.