26 de mayo, 2015 — La Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) anunció hoy que las medidas que ha tomado la ONU, junto con el gobierno y otras ONG, para contener la epidemia de cólera en la región occidental del lago Tanganica, en Tanzania, parecen estar dando resultado, ya que ha empezado a descender el número de muertes reportadas entre los refugiados burundeses y los habitantes locales.
“La reducción en los casos se debe principalmente al enfoque concertado para impedir la propagación del brote mediante medidas intensificadas para promover la higiene”, dijo el portavoz de ACNUR, Adrian Edwards, en conferencia de prensa en Ginebra. “Por ahora la situación está mejorando, pero para resolverla es probable que hagan falta semanas”.
La epidemia de cólera en Tanzania, que se desató tras las llegadas en masa de refugiados de Burundi que huyen de la violencia política en su país, causó 30 muertes este mes pero no se han reportado casos nuevos desde el pasado jueves, informó el ACNUR.
El número de contagios diarios ha caído desde el pico de 915 el 18 de mayo a unos 100 el 24 de mayo. En total, se han registrado 4.408 casos. Las muertes se produjeron en la ciudad portuaria de Kigoma, a las orillas del lago Tanganica, en los poblados cercanos de Kagunga y Nyarugusu, así como entre las personas que fueron trasladadas en ferry desde Kagunga a Kigoma.
El cólera ocasiona la muerte como consecuencia de la deshidratación. Uno de los factores que han contribuido a mejorar la situación ha sido la apertura de centros de rehidratación oral en todos los centros de tratamiento del cólera.
Desde principios de abril, casi 100.000 burundeses han huido a países vecinos como Rwanda, Tanzania y la República Democrática del Congo, en busca de refugio.
Dado que la situación en Burundi sigue siendo tensa, las agencias humanitarias temen que el número de refugiados pueda duplicarse en los próximos seis meses.
A su vez, la Organización Mundial de la Salud (OMS) confirmó que el brote de cólera está controlándose, pero advirtió que el riesgo de contagio sigue siendo alto “debido al limitado acceso a refugio, inodoros, agua y atención médica básica”.
En un comunicado de prensa, el representante de la OMS en Tanzania, Rufaro Chatora, dijo que “a pesar de las mejoras, especialmente en Kagunga, la crisis sigue siendo grave”.
Chatora, que visitó algunos campamentos de refugiados en Kagunga y Nyarugusu para evaluar la crisis humanitaria e identificar las necesidades inmediatas, aseguró que ahora la prioridad debe ser intensificar el tratamiento y la prevención del cólera, asegurando un suministro adecuado de medicinas y mejorar el acceso a agua potable.