19 de mayo, 2015 — Varias dependencias de la ONU, el representante especial de Naciones Unidas para Migración y Desarrollo, y la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) urgieron hoy a los líderes de Indonesia, Malasia y Tailandia a proteger a los migrantes y refugiados que se encuentran a la deriva en la Bahía de Bengala y el Mar de Andamán.
En un comunicado conjunto, los organismos conminaron a esos países a salvar la vida de esos migrantes, a permitirles el desembarco en condiciones de seguridad y a proteger sus derechos humanos.
Las agencias afirmaron que los graves acontecimientos registrados recientemente en esas aguas internacionales, confirman la vulnerabilidad de la gente que huye de la persecución, la pobreza, la discriminación y los abusos en busca de seguridad y dignidad.
Señalaron que esos viajes desesperados por tierra, mar o aire se han convertido en un fenómeno global y recordaron que solo en el sureste asiático, más de 88.000 personas se han aventurado en embarcaciones del 2014 a la fecha.
De ese total, se estima que cerca de un millar han perecido en naufragios y otro tanto han muerto debido a atrocidades y privaciones a manos de los traficantes de personas.
La ONU y la OIM instaron a la Asociación de Naciones del Sureste Asiático (ASEAN) a apoyar a Indonesia, Malasia y Tailandia en el rescate de los migrantes y les pidieron garantizar que se respete el principio de no retorno, así como el establecimiento de un proceso de protección, monitoreo, asistencia y reubicación de esas personas.
Del mismo modo, los instaron a tomar medidas contra la xenofobia y la discriminación y a ampliar las vías para la migración legal.