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| Columna Política «SOBREMESA», Por Antonio Soto.- Michoacán fue hasta hace algunos meses uno de los estados mas golpeados por la delincuencia organizada. Vimos como los Caballeros Templarios tenían asolados pueblos y ciudades enteras, la población era víctima de terribles actos delincuenciales, entre ellos podemos destacar los famosos narcobloqueos en las principales ciudades, incluyendo a Morelia la capital del estado, recordemos que en ciudades como Apatzingán se vivieron dias enteros de enfrentamientos violentos entre las fuerzas públicas de seguridad y numerosos grupos de criminales quienes utilizaban el armamento mas poderoso y sofisticado que existe.
Ahora, prácticamente ha sido desmantelado aquel grupo criminal, -según las versiones oficiales-, y con ello bien podría decirse que la ciudadanía del estado está viviendo nuevos tiempos en los que sobresale una relativa tranquilidad y calma, lo que permite asegurar que aquella etapa de verdadero infierno mas o menos ha sido superada. Mucho se decía entonces el que Los Templarios era uno de los grupos de delincuentes mas altamente beligerantes y sanguinarios del país y ciertamente con todos los actos de barbarie que estos llevaron a cabo, fue que lograron bien ganar esa fama.
Los narcobloqueos y los hechos violentos que han ocurrido en Guadalajara, Jalisco este viernes y sabado pasados, a cargo del Cártel de Jalisco Nueva Generación, es sin duda una clara muestra de la gran capacidad ofensiva que tiene la delincuencia en nuestro país para crear el caos y provocar temor y miedo entre la población, a través de la desestabilización de ciudades tan importantes como Guadalajara, municipio que por cierto forma parte de la zona metropolitana mas poblada de la republica mexicana, inmediatamente después de la zona metropolitana de la capital.
Este conjunto de acciones coordinadas de la delincuencia organizada que ocurrieron el fin de semana en el occidente del País, dan cuenta de un autentico y real desafío al Estado Mexicano, con lo que se demuestra que estos criminales en el momento que quieran y lo decidan, pueden desestabilizar cualquier región o zona del país, sin importar los colores partidistas que gobiernen en esos municipios o en esos estados, lo cual es verdaderamente terrible para una población que a todas luces se encuentra totalmente expuesta, vulnerable y a merced de los criminales; y lo que es peor, sin ninguna certeza ni ninguna esperanza de que el gobierno la protegerá.
La violencia ejercida en estos dias por el cártel de Jalisco, ¿quién aseguraría que esta no pudiese también ocurrir nuevamente en Michoacán o en cualquier otra entidad, principalmente en aquellos lugares en donde los delincuentes consideren que sus intereses se están viendo amenazados?. Todos los hechos de violencia generalizada en los que se ataque a la población y a las fuerzas públicas del Estado, siempre será un asunto de seguridad nacional y debe atenderse de inmediato.
Jalisco vive momentos difíciles y de gran tensión como los que hemos padecido en Michoacán, aquí la descomposición se debió en gran medida a que no hubo ni la estrategia correcta por parte del Presidente Calderón, como tampoco existió en ese sexenio una coordinación adecuada entre los tres niveles de gobierno para enfrentar a tiempo ese flagelo. Vamos a ver si en Jalisco se logra con una mejor estrategia y una adecuada coordinación evitar que el problema se resuelva antes de que sea incontrolable como en nuestro estado. |
