20 de febrero, 2015 — En Siria continúan cometiéndose crímenes inimaginables todos los días en medio de una impunidad persistente, según un informe elaborado por la Comisión Investigadora para ese país del Consejo de Derechos Humanos de la ONU.
Los expertos de ese grupo divulgaron hoy las conclusiones de la novena edición de su estudio, que incluyó más de 3.500 entrevistas con víctimas y testigos dentro y fuera del país, realizadas a partir de septiembre de 2011.
Los hallazgos indican que las fuerzas del gobierno y los grupos armados han cometido graves violaciones de los derechos humanos.
De acuerdo con el estudio, los atropellos del gobierno incluyen arrestos arbitrarios, desapariciones, tortura y ataques letales en áreas civiles que pudieran apoyar a la oposición.
En cuanto a la oposición, la Comisión se refiere a dos agrupaciones terroristas, Jabhat Al-Nusra e ISIS, denunciado su brutalidad contra la población civil y los ataques a las minorías. Da cuenta, además de su control de territorio y recursos, y entre sus crímenes cita las ejecuciones públicas y mutilaciones.
El documento, presentado en una sesión cerrada al Consejo de Seguridad de Nueva York, urge a prestar atención a los abusos que se siguen cometiendo contra el pueblo sirio y enfatiza la necesidad de una acción internacional concertada para encontrar una solución política y detener las atrocidades.
El presidente de la Comisión, Sérgio Pinheiro, consideró inadmisible que los sirios hayan sufrido durante los últimos cuatro años mientras el mundo realiza intentos limitados para restaurar la paz y buscar justicia en el país.
“Las víctimas merecen algo más que nuestra compasión. No podemos seguir instando a poner fin al conflicto y los crímenes si no se tienen los medios para que de verdad se le ponga fin”, apuntó Pinheiro.
Por otra parte, subrayó que se ha crisis política ha derivado en una crisis humanitaria que precisa una respuesta de emergencia.