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Por Miguel Lozada.- Como periodista, como padre de familia, como un ciudadano más de nuestro país, me encuentro sumamente preocupado por la terrible corrupción que día a día se evidencia en los diferentes medios de comunicación.
Resulta que yo pensaba que el símbolo de la corrupción lo personificaba «nuestro» Presidente de la República Mexicana, Enrique Peña Nieto, quien fue Secretario de Finanzas del corruptísimo Gobernador del Estado de México, Arturo Montiel Rojas (1999-2005), y posteriormente ocupó ese cargo EPN y ahora es el que dicta los destinos de más de 100 millones de mexicanos.
Aquí en Michoacán, el ex Gobernador Fausto Vallejo Figueroa, se involucró junto con sus familiares, con los integrantes del crimen organizado y esto no es simple especulación, las pruebas están filmadas.
En Guerrero, Angel Aguirre y sus familiares también se han enriquecido con actos de corrupción que se hicieron junto con autoridades federales.
Los actos de corrupción en el Gobierno Federal y los gobiernos del Estado, en la iniciativa privada, la inseguridad y la penetración del crimen organizado en el Gobierno de Michoacán, se quedan «chiquitos frente a las negociaciones de la CNTE y el subsecretario de Gobernación.
Pero verdaderamente resulta muy preocupante que hace dos días se haya revelado una de las acciones más corruptas en la historia de México, la negociación entre los integrantes de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) y Luis Enrique Miranda, subsecretario de Gobierno.
Resulta que las autoridades federales de la Secretaria de Educación detectaron a más de 22 mil maestros en situación irregular o no clarificada y les fue retenido el cheque a los aviadores del magisterio.
La ciudadanía en general se sentía complacida de que en el gobierno de Peña Nieto estuviera poniendo orden en el manejo de los recursos de la Secretaría de Educación y se dejara de pagar sueldo a quien no se lo merece.
Resulta también que los mexicanos venimos pagando nuestros impuestos y las autoridades federales y estatales utilizan esos recursos para pagarle a los «maestros» un sueldo promedio de 12 mil pesos al mes, para que eduquen a nuestros hijos y estén preparados para enfrentar la vida.
Pero la realidad es otra: Esos «maestros» a los que los mexicanos pagamos un sueldo decoroso, se dedican a robar, a saquear, a quemar edificios públicos, se embolsan el dinero de las casetas de peaje, no dan clases y son simplemente golpeadores de la CNTE y del SNTE.
Los mal llamados maestros, principalmente de Oaxaca y que su Gobernador Gabino Cue, financia todos los gastos de los democráticos, incluidos alimentos, pasajes, casas de campaña,transporte, cigarros y cervezas y para los privilegiados hasta habitaciones en los hoteles, y además no dan clases, presionan a las autoridades y realizan bloqueos viales en la principal avenida del país, la avenida Reforma de la Ciudad de México y toman casetas de peaje y se embolsan el dinero.
Atemorizado Luis Enrique Miranda y Gabino Cue, ceden a las presiones de los maestros y el Gobierno de Enrique Peña Nieto autoriza que se sigan pagando sueldos a los «maestros» que no dan clases, a los aviadores…!!!
El problema es de enormes repercusiones económicas para los mexicanos que puntualmente pagan sus impuestos, o de lo contrario los meten a la cárcel.
Con un sueldo promedio de 12 mil pesos mensuales a 22 mil docentes, representan al mes 264 millones de pesos que multiplicados por doce meses al año, más aguinaldo, no dan la cifra de 4, 224 millones de pesos al año…!!!
Y eso que nada más estamos hablando de los 22 mil aviadores porque para pagar sueldos de todos los maestros, como ejemplo, en Michoacán se va la mitad del presupuesto del Estado.
Y el flamante subsecretario de Gobernación lo autorizó.
A esa acción le llamó el robo más grande de la historia de México y por lógica el acto de corrupción más grande que ha existido.
Precisamente el mismo Luis Enrique Miranda, este jueves 12 de febrero del 2015, en el puerto de Acapulco, acaba de aceptar toditas las peticiones de los maestros de la CETEG.
En Michoacán hace unos días les autorizaron a los estudiantes de las normales, mil plazas y el Gobierno de Salvador Jara se comprometió a entregarles mil plazas más cada año, gracias a las presiones que ejercen los maestros democráticos.
