10 de febrero, 2015 — La oficina del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos expresó hoy preocupación por el eventual uso de las fuerzas armadas para controlar las manifestaciones y asambleas públicas en Venezuela.
El portavoz de esa agencia, Rupert Colville, subrayó en Ginebra que la participación de militares para imponer el orden público sólo debe ser excepcional para responder a situaciones de emergencia y cuando haya necesidad de apoyar a la policía civil.
En esos casos, la salida de soldados a las calles debería ser temporal y esos efectivos actuar bajo mando civil, aclaró Colville.
“Urge al gobierno de Venezuela a abstenerse de utilizar a los militares para controlar manifestaciones públicas y a adherirse en todas las circunstancias a los principios básicos de la ONU y lo establecido en su propia Constitución sobre el uso de armas de fuego a manos de la policía”, agregó el vocero.
Colville también recordó al gobierno que en línea con las normas internacionales, el uso de la fuerza letal debe ser de último recurso, de acuerdo a la proporcionalidad y en situaciones inevitables que impliquen proteger una vida.