31 de enero, 2015 — La Oficina Regional para América de la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR) expresó alarma por el aumento de los jóvenes hondureños que son atacados, asesinados o desaparecidos después de ser deportados por Estados Unidos o México.
Un artículo publicado en el sitio web de esa Oficina señala que las víctimas, de edades comprendidas entre los 13 y los 17 años, fueron enviadas de regreso después de haber sido detenidas por las autoridades de inmigración por entrar en el país sin autorización.
Un informe reciente del ACNUR, titulado “Niños en fuga”, encontró que un número importante de menores de edad provenientes de El Salvador, Guatemala y Honduras que ingresan a Estados Unidos de manera irregular podrían necesitar protección internacional.
“Creemos que si se analizaran sus casos con mayor profundidad muchos serían reconocidos como refugiados con un temor fundado de persecución y falta de protección en sus países”, dijo Marta Juárez, directora de esa Oficina Regional.
Según el artículo, los adolescentes huyen para evitar ser reclutados por las pandillas, porque sus familiares son asesinados o han sido testigos de crímenes cometidos por las maras.
ACNUR precisó que para muchos de ellos, el retorno es sólo el comienzo de un viaje, a menudo, más peligroso.