Columna Política «REPERCUSIONES», Por Samuel Maldonado B.- Con frecuencia, los ciudadanos nos preguntamos sobre cuántos de los aspirantes a ocupar una candidatura están verdaderamente interesados en la búsqueda de diversas soluciones que permitan resolver la enorme y difícil problemática que inunda al país en lo general. Aunado a este primer cuestionamiento, me surge otra pregunta, misma que me pone a dudar sobre si efectivamente hay conocimiento de los suspirantes a las posiciones electorales en juego, y disposición y entrega absoluta para buscar, paliar al menos, las traumáticas condiciones por las que millones de mexicanos se debaten a lo largo y ancho de esta República nuestra.
Cuando observo las largas filas en pos de un hueso por parte de los “suspirantes”, me encuentro con mil caras conocidas, no tanto por tener conocimiento personal de ellos sino por su falta de “hacer” en las repetidas veces que han entrado al juego de Juan Pirulero. Ciertamente que algunos (muy pocos) de estos rostros, se identifican por su buen desempeño en las actividades legislativas o de gobierno asumidas, pero desafortunadamente, cuantitativamente, son los menos. Pero de estos menos, menos todavía han hecho escuela; es decir, les ha interesado dejar huella y no solo por el pasar de una cámara a otra; de una presidencia municipal a un Congreso Estatal; o bien, de la denominada cámara baja, al gobierno de su estado, o ya de perdida a un gobierno municipal o hasta regidor municipal. En éstos, en “los pocos” se ha visto empeña en transformar a sus municipios o a sus estados y han sido premiados con el cariño popular o simplemente con el respeto que reciben..
Los salarios de que disfrutan tanto presidentes municipales, gobernadores, senadores, diputados o servidores públicos, desde el primer nivel al tercero o al cuarto, son más que buenos. Magistrados y Jueces tienen salarios, prestaciones y gratificaciones y “moches” excelentes y se dice que los ingresos de los magistrados son los más altos en el país, superiores a lo que gana el titular del Poder Ejecutivo Federal.
Subjetivamente, pienso que los que se han perpetuado o mantenido en las posiciones señaladas durante años y años, son los mismos que han impulsado la corrupción, permitido le crimen organizado, la corrupción policiaca, y puesto al país al aborde del abismo.
La información pública ha señalado que el Presidente de la República, tiene un salario que es super envidiable y además, no paga renta alguna pues vive en la Residencia de los Pinos, tiene gastos de representación, dispone de guardias personales, transporte de primera, choferes y ayudantes de cámara, etc. Es decir, no gasta un quinto en la manutención de su familia y todo ingreso es ahorro. Terminando su mandato, su salario más prestaciones, le seguirán siendo otorgados de por vida, no importando que ocupe por sólo seis años o menos, la titularidad del Poder Ejecutivo, o que sea interino. Al país les cuestan muchísimo los expresidentes que, entre paréntesis, no sirven para maldita la cosa.
Por eso llama la atención de la población en lo general, la revelación pública que se ha realizado en los meses últimos, del involucramiento del Presidente Peña Nieto, de su esposa y de su Secretario de Hacienda, en la adquisición o compra (con rebajas) de varias residencias de super lujo, siendo los vendedores, empresarios beneficiarios de contratos de obras públicas tanto en el Estado de México como nacionalmente.
En este entorno nacional, los partidos políticos no cantan mal las rancheras y están tan desprestigiados como muchos de los postulantes de los diferentes partidos. quienes ya han solicitado su licencia para ausentarse de los poderes legislativos; otros renunciaron a su puestos administrativos para lanzarse a una aventura, a un campo “minado”, ya que los ciudadanos vemos en la mayoría de ellos, no el deseo de servir a la sociedad, sino el incumplimiento de un mandato popular que les vale … narices, de tal suerte que buscan como las abejorros, estar siempre cerca de la miel, pero sin trabajar y esperan terminar una posición para acercarse o allegarse otra y así continuar girando alrededor de ese estatus privilegiado, lo que nos hace recordar al malogrado político oriundo de Tuxpan, Veracruz, Cesar Garizurieta (1904 -1961) mal llamado El Chango Garizurieta , y ya lo decía éste: ¡ Vivir fuera del Presupuesto, es vivir en el error!