23 de enero, 2015 — Muchos países destinan menos recursos públicos a educar a los niños de los segmentos más pobres de las sociedades que a los menores más afluentes, reveló un estudio del Fondo de la ONU para la Infancia (UNICEF).
En algunos casos, la asignación de fondos al 20% más rico llega a ser hasta 18 veces mayor que la del 20% más pobre, detalla el documento.
El informe, realizado con apoyo de la Fundación Bill and Melinda Gates, pugna por un gasto más equitativo en la educación, llamando a los gobiernos a dar prioridad a las necesidades de los niños más marginados.
La directora ejecutiva adjunta de UNICEF, Yoka Brandt, señaló que en la actualidad hay en el mundo mil millones de niños en edad de asistir a la primaria o secundaria y que muchos de ellos no reciben una educación de calidad debido a la pobreza, los conflictos y la discriminación por cuestiones de género, discapacidad o etnicidad.
“Para cambiar esta situación necesitamos revisar a fondo nuestras prácticas otorgando más recursos y distribuyéndolos igualitariamente”, apuntó.
UNICEF indicó que existe una brecha de 26.000 millones de dólares para la provisión de educación universal básica en 46 países de renta baja y alertó que desde 2009 la asistencia oficial a la educación ha disminuido 10%.
En este sentido, urgió a gobiernos, donantes y sector privado a incrementar el gasto en educación y a garantizar que los fondos se utilicen de manera inteligente y equitativa.