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Artículo de Fondo, Por Ignacio Martínez.- A gritos pedíamos la sociedad que volteará los ojos el presidente de México a Michoacán.
La oposición al PRI mostraba su fuerza exigiendo al presidente que se presentará en Michoacán cuando nunca en su mandato había tocado tierra michoacana.
Los priístas se mostraban cautelosos, intentando explicar que no pasaba nada, que todo se encontraba bajo control en el estado.
El gobernador de aquella época se decía enfermo de una tos y negaba cualquier presunto toque de ingobernabilidad en la entidad.
Luisa María declaraba en medios por dichos de “radio-pasillo” que uno de los hijos del gobernador andaba en malos pasos.
Le contestaban entonces que era una “miserable” y que antepondrían una denuncia penal contra ella.
Finalmente el 15 de enero el presidente Enrique Peña Nieto volteó los ojos a Michoacán y envió un Comisionado, no podemos negar que todos incluyendo la oposición vio con buenos ojos la llegada de Alfredo Castillo Cervantes, como tampoco podemos negar que a un año hay tres puntos que se han combatido frontalmente:
El primero tiene que ver con el debilitamiento innegable de la estructura organizacional de los templarios, las principales cabezas cayeron Nazario, Kike Plancarte, auténtica fuerza y cerebro de la organización criminal, pero de ello apenas nos acordamos y solo pensamos que hace falta por caer La Tuta, cuando el Chayo y Kike eran los auténticos jefes operativos de la estructura criminal.
El Segundo punto de éxito de la comisión es que se logró el desarme casi quirúrgico de los grupos de auto-defensa y los convirtieron entonces en la llamada Fuerza Rural, recordemos que eran casi una treintena de municipios en donde grupos de civiles armados defendían a sus pobladores, era tierra de nadie, tierra de auténtica anarquía, pero tampoco lo queremos recordar.
El tercer punto logrado por la comisión es muy directo y humano… la gente volvió a las calles, olvidamos como el miedo y el terror después de la noche del 15 de septiembre del 2008 inundaron las calles y las plazas de Michoacán, olvidamos que un grupo de acarreados tuvieron que ir a la fuerza al primer grito después del atentado terrorista a Palacio de Gobierno en 2009.
No recordamos que apenas hace unos meses este 15 de septiembre, luego el 16 y 30 de septiembre, miles de morelianos salimos a las calles a celebrar la Independencia y a celebrar a Morelos, olvidamos como miles de personas salieron a las calles el 22 de octubre a la plaza de Apatzingán para celebrar su constitución, bueno hasta se llenaron las plazas, calles y centro de espectáculos con miles de personas ávidas de diversión, pero…tenemos mala memoria y esta olvidado que hace unos cuantos meses era impensable divertirse de esa manera.
El camino sigue siendo largo para restaurar el tejido social y la debilidad institucional, así como la credibilidad en nuestras autoridades.
No hemos aprendido o no nos interesa diferenciar un homicidio como una cuestión eventual, de homicidios producto de rivalidad delincuencial.
Se nos olvidaron súbitamente, los bloqueos carreteros, las quemas de vehículos, las constantes balaceras, las extorsiones y secuestros incontables y tampoco denunciados ante la falta de confianza en nuestra autoridad.
Se nos olvida también que en éste último año Michoacán se convirtió en el estado con más aseguramientos de bienes de la delincuencia organizada, el de los más altos índices de detenciones de miembros de grupos criminales.
Se nos olvida además que Michoacán es por hoy la entidad que tiene más municipios incorporados a la Cruzada contra el Hambre, que muchos niños, embarazadas y personas de la tercera edad pueden disfrutar de comida sana y preparada por manos de michoacanas.
Falta mucho por hacer, lo sabemos, pero es impensable que en un año, que en doce meses las cosas cambien totalmente y para bien, cuando estuvimos abandonados por años.
Tijuana, Monterrey, Ciudad Juárez, La Laguna no se han recuperado en 12 meses, han pasado años de unión entre la sociedad y sus gobiernos municipales, estatales y federal.
Existe una fuerza rural, una fuerza ciudadana, un mando unificado que es un éxito por ejemplo en Churintzio, pero hace falta que nos convirtamos en una autentica Fuerza Social para cuidar a Michoacán.
Yo creo que estamos en el camino, pero ese camino es aún largo muy largo y lleno de políticos que buscarán descalificar y mandar al olvido las buenas acciones e intenciones del último año.
