Columna Política «REPERCUSIONES», Por Samuel Maldonado B.- Apenas han transcurrido los primeros seis días de este año 2015 y me atrevo a asegurar que la mayoría de los mexicanos ya nos sentimos más cansados que el propio titular de la Procuraduría General de la República. ¡Fatigados estamos sí! pero no por las posadas de las fiestas navideñas o por los estragos del alcohol que consumimos con el objetivo de honrar a nuestros amigos y por recibir el año nuevo. Nuestra fatiga mental y física se da como consecuencia de escuchar o leer tanta estulticia y escuchar las constantes mentiras y promesas (¡sólo promesas y muchas mentiras!) de los hombres que aseguran nos han gobernado bien durante los últimos 24 años de liberalismo económico mismo que nos ha sometido en una crisis constante.
Para el colmo de las cosas casi al nacer el año, el presidente Enrique Peña Nieto afirmó que los mexicanos sentiremos los efectos de las reformas impulsadas y apadrinadas por los legisladores federales de casi todos los partidos, en estos dos trémulos años de Peña Nieto y quien afirma que en este 2015, se dejarán sentir los resultados de su gestión.
Y vaya pues que si los hemos sentido y sufrido y sin duda alguna lo seguiremos padeciendo en los años venideros. De inmediato, resaltamos por ejemplo que para comenzar “bien” este novel año, el precio del billete gringo ya anda por las nubes, lo que incuestionablemente provoca el encarecimiento de casi todos los productos alimenticios de primera y de todas las necesidades, de tal manera que para millones de familias mexicanas los productos y enseres de todo tipio los hace inalcanzables para las mismas.
Los discursos presidenciables están a la orden del día y precisamente el 2 de enero, Enrique Peña Nieto, generalizando, aseguró y recalcó que las familias mexicanas serán quienes califiquen y evalúen los beneficios recibidos por las susodichas reformas realizadas en los primeros dos años de su gestión administrativa.
Y nuevamente, ¡vaya que tiene razón el Presi, pues por los efectos de las mismas, en las redes sociales los mexicanos ya calificaron su gestión, pero negativamente; Otro sector que ha emitido su opinión, son los maestros autodenominados democráticos en el Estado de Oaxaca, mismos que, en la gira realizada por el titular del Poder Ejecutivo al Puerto de Salina Cruz, fue totalmente negativa de tal manera que lo declararon persona non grata. Desde luego muchos pensarán que los maestros no tienen autoridad alguna para hacer esta calificación, pero de cualquier manera lo hicieron; Otros más, que no califican positivamente la gestión peñanietista, lo son los familiares de los 43 jóvenes desaparecidos de Ayotzinapa, quienes mostraron su descontento marchando precisamente recién aparecía el año nuevo.
En fin, apenas empezó enero no sabemos como terminará, pero lo que si sabemos es que con el abaratamiento del petróleo a nivel internacional y con el encarecimiento de los combustibles y consecuentemente del costo de la vida nacional, el principal recurso nacional que tenemos mismo que se exportaba en grandes cantidades que nos proporcionaba muchos billetes verdes al país, también va de picada de tal manera que hoy, todos los que son gobierno (y los que no somos también)se lamentan que Felipillo Santo (otros se la mentamos) no haya cumplido su promesa o compromiso de construir la refinería en la Tula del Estado de Hidalgo, por lo que hoy en día, México importa más combustible y pierde o deja de percibirlos billetes verdes, debilitando por consecuencia los papeles y monedas nacionales en las que está inscrito el lema de in god we trust…, perdón, Banco de México, y en el anverso, Estados Hundidos Mexicanos.
Así que con el impulso hacía arriba de los dolores y de la decadencia del peso, apenas en el principio del año nuevo, ya no sabemos ni queremos imaginarnos el cómo vamos a sortear todo este largo y tenebroso año, pues por todo lo narrado, los miserables salarios mínimos ya no alcanzan ni para comprar la tristeza y eso que ésta es gratuita.
Mal comienza pues el año para los mexicanos, pues nos están ahorcando.