El Estado Fracturado

Columna Política «REPERCUSIONES», Por Samuel Maldonado B.- ¡Felicitémonos, amor mío! pues hace cincuenta años que nos conocimos y desde esa fecha continuamos por la misma ruta y afortunadamente juntos. No afirmo que no haya habido desavenencia alguna, pero siempre hemos podido llegar a mutuos acuerdos lo que nos ha permitido a su vez caminar por la misma senda.

En todos estos años, hemos observado cuánto el país se ha transformado y de tener uno la confianza en los administradores de la República, hemos llegado al lado opuesto, de ver cómo éstos y sus compinches  han devastado al país, dilapidado sus enormes riquezas, entregadas éstas al gran capital internacional  de tal manera, que el Estado Mexicano ahora se encuentra prácticamene en bancarrota, con una deuda enorme que  rebasa los 600, 000, 000 000 de dólares y con una población de millones en la extrema pobreza. Son unos cuantos millonarios los que atesoran una fortuna inmensa producto del favoritismo de quienes han desgobernado al país entregándoles en ridículos remates lo que costo años y recursos económicos a la sociedad mexicana en lo general.

Pero no solamente eso es lo mas dolorosa para los mexicanos; ahora la muerte se enseñorea principalmente en los más pobres y con frecuencia en los más jóvenes, que debieran ser o son “la esperanza de la humanidad”. Su muerte se ha dado por efecto del crimen organizado tolerado y encubierto muchas veces por el propio gobierno de los estados y de la República.

Cierto que no solamente en México sucede lo anterior; en otros países se mueren hasta de tristeza y de desesperanza solo de ver cómo los granes capitanes de esta esfera terrestre juegan con el mundo como si éste fuera una pelota de futbol, utilizando a muchos y vendiéndoles o proporcionándoles las armas que ellos mismos fabrican  para que sean “otros” los que las disparen en contra de sus propios  hermanos.

Pero volviendo a México, Tlatlaya está presente, pues soldados miserables asesinan a mansalva a otros miserables como ellos; en Ayotzinapa, 43 jóvenes son desaparecidos mágicamente sin que el Estado, con todo el poder económico, logístico y cibernético que posee, haya podido descifrar el misterio de su desaparición; días y días transcurren sin ser encontrados y ya corren rumores por todas partes de que la desaparición de ellos se debe al propio ejército  y que por eso, la moderna tecnología no ha podido funcionar.

Con todo lo que ha ocurrido y sigue pasando, los mexicanos estamos escamados y ya nos asustamos hasta con el petate del  muertos. Ponemos en duda la efectividad del gobierno; Después de lo de la Casa Blanca y de la “otra residencia” ya no creemos en sus declaraciones y muy grave para todos, es que le hayamos perdido la confianza  a las más altas autoridades, de tal suerte que habiéndonos quemado con leche, ahora   hasta al jocoque le soplamos.

Para colmo del colmo, se acerca un periodo en el que  habrán de renovarse los poderes públicos y en esta etapa de transición tan dolorosa para todos, pareciera que tanto al poder político como a los diferentes  partidos políticos, y desde luego a sus directivos y militantes, les importa muy poco declarar lo que realmente ha ocurrido y ocurre en el país y el probable desenlace de todo este circo.

No obstante lo anterior, no hay periódico o medio de comunicación alguno en todo el país, donde aparecen políticos y funcionarios, siempre sonrientes y tranquilos, tal manera que parecieran no darse cuenta del desastre de país que tenemos. En esas fotos, nos enseñan los dientes pero las garras las ocultan para cuando unos, lleguen al Congreso de la Unión, otros a los gobiernos municipales, a los congresos estatales

o a los gobiernos de sus estados. En fin, los gastos ( o más bien el derroche) que se tendrá en la organización de las elecciones de julio próximo, serán archimillonarias y beneficiaran principalmente a los medios de comunicación, pero…, dejando la actualidad atrás,  te deseo de todo corazón, un ¡FELIZ AÑO, AMOR MÍO!