Morelia, Mich., 28 de noviembre de 2014- Más que la contratación de nueva deuda pública, los michoacanos exigen un gobierno eficaz que dé resultados a través de políticas públicas, programas y acciones que atiendan sus necesidades, priorizando los recursos públicos hacia los programas que fomenten el desarrollo económico, la seguridad social, la educación y la atención integral de los problemas que más aquejan a nuestro estado, destacó Raúl Morón.
El Senador michoacano demando al gobierno estatal austeridad y eficiencia en el ejercicio del gasto público, tras advertir que la aprobación del Decreto 22 no da margen de maniobra para impulsar el crecimiento, la inversión y el desarrollo para el 2015.
“Es impostergable modernizar el funcionamiento de la Administración Pública estatal, haciendo más eficiente su operación, mejorando la prestación de servicios a la ciudadanía, así como eliminando duplicidades en su estructura orgánica y en los programas gubernamentales, lo cual generará ahorros adicionales que podrán reorientarse a los programas prioritarios para la población”, se pronunció Raúl Morón.
Agregó que para lograr lo anterior, es necesario llevar a cabo acciones en dos vertientes: la primera, a través de ajustes inmediatos al gasto corriente de operación en las secretarías de Estado y entidades paraestatales.
Asimismo, la segunda a través de un diagnóstico integral que identifique las duplicidades en las estructuras organizacionales y en los programas del gobierno, las áreas de oportunidad para mejorar procesos y la prestación de servicios y, en consecuencia, que se establezcan las acciones de mediano plazo para mejorar y modernizar el funcionamiento del Gobierno estatal.
Reiteró que los recursos financieros de que dispone el Gobierno del Estado son escasos ante las crecientes necesidades sociales y públicas, toda vez que la principal fuente de recursos la constituyen las transferencias del Gobierno Federal, la cual proviene de las contribuciones federales que, en los momentos actuales, atraviesan por circunstancias inciertas ante los efectos de la caída de los precios del petróleo.