- El proceso de sucesión ha iniciado.
- Falta conocer el proyecto académico de la mayoría de los aspirantes.
Artículo de Fondo, por Alejandro Martínez Castañeda.- La Universidad Michoacana se encuentra ya inmersa en el proceso de renovación del rector, atribución que se encuentra depositada en la ya célebre Comisión de Rectoría, la cual la integran cinco ex rectores, el director decano de toda la Universidad, el profesor-decano y el alumno o la alumna del Consejero Universitario con mejor promedio. En fechas recientes dicho organismo se reestructuró y tomó protesta al profesor- decano que reside en la figura del notario público y docente de la Facultad de Derecho, Jorge Mendoza, al director-decano, Crisanto Mendoza Covarrubias de la Facultad de Ingeniería Mecánica, y en cuanto al alumno más destacado, éste pertenece al Instituto de Investigaciones Históricas.
Los ex rectores nicolaitas, que son parte de este órgano, son Fernando Juárez Aranda, mismo que funge como presidente de la comisión universitaria, Cuauhtémoc Olmedo, Leonel Muñoz Muñoz, Jaime Hernández Díaz y el diputado del PRI, Salvador Galván Infante. Si bien no se señala en la Ley Orgánica ni en el Estatuto universitario, lo más adecuado sería que se excluyera de participar, ya que es integrante del Poder Legislativo local y ello vulnera la autonomía universitaria.
La Comisión de Rectoría ha comenzado a sesionar y ha iniciado la auscultación al Consejo Universitario desde el pasado jueves 20 de noviembre, es decir, estamos en pleno proceso electivo. La fecha límite para el nombramiento del nuevo rector es el día 8 de enero de 2015.
Peculiarmente, como ya sucedió hace algunos años, el citado órgano elector universitario tendrá que jugar un papel fundamental en el discernimiento para elegir al próximo titular de la Casa de Hidalgo. Entre los muchos nicolaitas que se ventilan para ocupar tan importante cargo se encuentran varios funcionarios universitarios, incluyendo al propio rector interino, José Gerardo Tinoco, quien ya ha manifestado que aquellos interesados en participar en dicho relevo no necesitan renunciar a sus cargos, lo cual llama poderosamente la atención ya que ante cualquier proceso de elección, en el cual aspiran a participar personajes en funciones de gobierno, en representaciones populares o como autoridades, deberían de renunciar a sus cargos con la finalidad de dar mayor certeza y transparencia al proceso en el cual participan. Como es sabido, Tinoco ya mostró abiertamente su interés en participar en este proceso, decisión que perjudica de entrada las condiciones mínimas de equidad y democracia que se deberían de establecer en el juego sucesorio.
Lo anterior, sin demeritar que José Gerardo Tinoco es un universitario destacado de toda la vida, que siempre ha sido muy cercano al actual gobernador Salvador Jara. Fue secretario académico durante el paso del hoy mandatario michoacano por la rectoría. Si bien no ha militado en partido político alguno, en fechas recientes ha tenido una mayor cercanía con el partido tricolor.
Otro destacado nicolaita que suena es Orlando Vallejo Figueroa, actual secretario de Difusión Cultural y Extensión Universitaria, ex director de la Facultad de Veterinaria, hombre cercano a los sindicatos de empleados y docentes; cuenta con una larga trayectoria al interior de la Universidad. Sin duda, es muy apreciado por la comunidad universitaria. Es hermano del ex gobernador Fausto Vallejo; al interior de la universidad se le ubica en el grupo cercano al legislador Salvador Galván Infante. Siendo director de Veterinaria, el ex gobernador Vallejo hizo una de las muy pocas visitas a la UMSNH, justamente a dicha dependencia universitaria donde inauguró unas de las muy pocas obras realizadas por su gobierno en ese centro educativo.
Salvador García, director de la Coordinación de Planeación Universitaria, es otro de los aspirantes que más se nombran; también tiene un familiar destacado en la política, pues es yerno de Marco Antonio Aguilar Cortes, actual secretario de Cultura del Gobierno del estado. Es joven y preparado, pero con poca experiencia.
En la lista de nicolaitas que suspiran por dirigir a nuestra Máxima Casa de Estudios encontramos asimismo a Medardo Serna, actual Coordinador de Estudios de Posgrado, quien es un notable investigador y científico; acaba de recibir el Premio Estatal de Ciencia y Tecnología 2014. Ha estado alejado de las lides políticas.
De igual modo, Hill Arturo del Río Ramírez es otro de los connotados universitarios que aspiran a conducir los destinos de la histórica UMSNH. Posee una larga y excepcional trayectoria en la administración pública. Entre otros cargos, ocupó la Oficialía Mayor de gobierno, fue Contralor General y presidente del Tribunal de Conciliación y Arbitraje. Renunció al Partido Revolucionario Institucional y desde hace varios años no milita en organismo político alguno, aunque se le ha visto cercano a algunos personajes destacados del PRD y del propio tricolor. Fue, además, director de la Facultad de Derecho de la UM, donde hizo una notable labor al grado de lograr su acreditación y obtener el reconocimiento como Programa de Calidad, que lo llevó a ganar popularidad y la aceptación de la comunidad universitaria en su conjunto. Cabe destacar que el referido académico cuenta con un proyecto integral para consolidar y hacer avanzar a dicho centro de estudios en todos los ámbitos de su vida académica y social. Es más, es el único de los aspirantes a la rectoría que ha presentado en diferentes foros su proyecto, sabedor de que esto es fundamental para la comunidad universitaria, donde ha apelado a su experiencia y a su convicción de que en ello la participación de todos los sectores universitarios es trascendental.
Ojalá el proceso no sea manipulado por ninguna fuerza política externa y quien llegue a la rectoría lo haga con plena legitimidad, con un proyecto incluyente y participativo, y de esta manera se destierren tentaciones autoritarias e injerencistas que causarían un daño no menor a la Universidad de todos los michoacanos y michoacanas y, por supuesto, de los mexicanos. Es difícil lo anterior, porque el método electivo que se usa permite precisamente la manipulación política del proceso.
En todo caso, con esta sucesión se tendría que abrir de nuevo la discusión sobre el método en que se eligen a las autoridades universitarias, para de esta forma hacerlo más abierto, democrático y trasparente, y así alejarlo de las burocracias políticas y gubernamentales que lo usan cíclicamente como moneda de cambio político-electoral en detrimento de la autonomía universitaria.