México, D.F., 23 de octubre del 2014.- Era la madrugada del 30 de junio de 2014 en el poblado de San Pedro Limón, enclavado enTlatlaya, Estado de México. Adentro de una bodega estaban 25 personas; los hombres estaban armados. Algunos bebían, se drogaban y escuchaban música, platicaban y se alumbraban la cara con sus celulares. Pasaron las horas y se quedaron dormidos. Ya no había ruido ni luz.
Despertaron al escuchar balazos en la lámina de la bodega, y alguien desde adentro gritó: “¡Nos cayeron los contras!”.
Así relata los hechos el informe y recomendación de la CNDH, contradiciendo la versión oficial de la Secretaría de la Defensa Nacional, que aquel día -ya por la tarde- reportó que hubo un enfrentamiento entre militares y presuntos delincuentes, por lo que murieron 22 personas.
Aquel día, afuera también se escuchó: “¡Ejército mexicano, ríndanse!”.
Los hombres al interior de la bodega también comenzaron a disparar. Eran entre 8 y 13 quienes abrieron fuego contra los militares. Pero eran prácticamente balazos al aire, porque no veían claramente. Los soldados alumbraron adentro y los inquilinos de la bodega notaron que sólo era un vehículo.
Los disparos duraron varios minutos. No hay precisión sobre cuánto tiempo exacto. Se habla desde 5 hasta diez minutos. Los hombres de la bodega “se rindieron fácil y soltaron las armas”, dijo una testigo.
Los militares avisaron que entrarían a la bodega. Una mujer adentro gritó: “¡No disparen!” y mencionó que había personas secuestradas. Tres mujeres permanecieron custodiadas por tres militares. Una de ellas escuchó, que en otra parte de la bodega, un soldado dio la orden: “Los que estén vivos o heridos vuélvanles a disparar”.
Después, aparecieron las personas que estaban en otro lado de la bodega, a quienes losmilitares ordenaban: “¡Hínquense!”. Y se escucharon más balazos.
Comenzó a salir el Sol en San Pedro Limón, un poblado que es una especie de conexión entre el Estado de México y Guerrero, al que se llega sólo por terracería.
Otra testigo observó que dos militares les disparaban a las personas heridas que se encontraban del lado derecho del fondo de la bodega. Dice que eso lo vio ya que había amanecido.
Las ejecuciones duraron aproximadamente una hora. En el informe de la CNDH se apunta: “Al cuarto al que los llevan, los sientan mirando hacia la pared, dando la espalda a la carretera. Posteriormente, tres militares se acercan a dicho cuarto y les dicen a los muchachos que salieran de ahí, ya que les iban a tomar una foto, escuchando posteriormente disparos. Al salir del lugar, pudo ver que los dos jóvenes secuestrados se encontraban muertos…”.
Ayer, el ombudsman Raúl Plascencia detalló: “22 personas, entre ellas 2 adolescentes de 17 años y 1 de 15 años, fueron privados de la vida. Siendo el caso que 4 de ellos, presumiblemente fueron heridos a causa de enfrentamiento librado con el Ejército, 3 más heridos presumiblemente en medio de intercambio de disparos, 12 personas fueron presumiblemente privadas de la vida arbitrariamente por personal militar, sin estar heridos, incluyendo 2 adolescente y respecto a 3 víctimas no se pudo determinar la condición y circunstancia bajo la cual fueron privadas de la vida, en virtud de que los cuerpos fueron manipulados, movidos y las evidencias alteradas”.
Con información de Aristegui Noticias