08 de octubre, 2014 — El Consejo de Seguridad y el Secretario General de la ONU expresaron su condena e indignación ante un nuevo atentando contra la Misión de la ONU en Mali (MINUSMA), en el que murió un casco azul de Senegal y otro resultó herido.
Ban Ki-moon resaltó en un comunicado que el ataque al campamento de Kidal, ocurrido el martes, es el segundo que sufre la MINUSMA en cinco días, y eleva a 31 el número de soldados de mantenimiento de la paz asesinados en ese país desde el 1 de julio del pasado año. Además, 91 cascos azules, han resultado heridos en ese periodo.
En esta ocasión, un grupo de atacantes lanzaron seis artefactos explosivos contra el campamento de la MINUSMA.
Los quince miembros del Consejo de Seguridad, reiteraron también en un comunicado su pleno respaldo a las fuerzas de la Misión de la ONU y a las tropas francesas que la apoyan y rindieron tributo al contingente senegalés que participa en ella.
El Consejo subrayó que los ataques contra cascos azules pueden constituir crímenes de guerra y contra el derecho internacional.
El titular de la ONU y el Consejo de Seguridad expresaron sus más profundas condolencias a la familia del casco azul asesinado y al gobierno y al pueblo de Senegal.
El órgano decisorio de la ONU tiene previsto abordar este miércoles la situación en Mali y la labor de la MINUSMA en ese país.