México; DF, 01 de octubre de 2014.- En el contexto del incremento de casi todos los delitos del fuero común en México, 93.8 por ciento de los perpetrados durante el primer año de gobierno del presidente Enrique Peña Nieto quedaron impunes porque no hubo denuncia o no se inició averiguación previa, estima la Encuesta Nacional de Victimización y Percepción sobre Seguridad Pública (Envipe) 2014.
La llamada cifra negra –número de delitos que no fueron denunciados o por los cuales no se inició averiguación previa– contrasta con la de países como Estados Unidos, Inglaterra y Gales, donde la impunidad es de 63 y 61 por ciento, respectivamente. Esta cifra, “que es una forma de medir el grado de confianza de la población en las instituciones”, es superior a 60 por ciento en todos los países donde se aplica la encuesta de victimización, informó Mario Palma, vicepresidente de la junta de gobierno del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
Las entidades con cifra negra mayor a la nacional en 2013 fueron Guerrero, con 96.7 por ciento; el estado de México, con 96 por ciento y Michoacán, con 94 por ciento.
La cifra negra de 2013 es la más elevada de los pasados cuatro años, desde que en 2010 el Inegi realizó la primera encuesta de este tipo con apoyo metodológico de la Organización de las Naciones Unidas. La Envipe, explicó Palma, permite acercarse con relativa certeza a la forma en que evoluciona la criminalidad en México, y aclaró que delitos como delincuencia organizada, narcotráfico y tráfico de indocumentados no son susceptibles de medirse con este instrumento.
En 2010 la proporción de delitos impunes fue de 92 por ciento; al año siguiente bajó a 91.6; en 2012 se elevó a 92.1 y en 2013 ascendió a 93.8 por ciento, indicó por su parte Adrián Franco, director general de Estadísticas de Gobierno, Seguridad Pública y Justicia del Inegi, al presentar la Envipe 2014. “Prácticamente todos los delitos crecieron”, sintetizó.
La encuesta calcula que en 2013 se cometieron en el país 33.1 millones de delitos, de los cuales unos 31 millones quedaron impunes. Pero 65.6 por ciento quedaron en esa categoría “por causas atribuibles a la autoridad”, como miedo a la extorsión, pérdida de tiempo, trámites largos y difíciles, desconfianza en la autoridad o por actitud hostil de la misma.
Estos 33.1 millones de delitos fueron cometidos contra 22.5 millones de personas de 18 años o más, es decir, 1.5 por víctima, mayor que el promedio de 1.3 de 2012. El hecho de que haya más delitos que víctimas se debe a que una persona ha sido más de una vez afectada por la delincuencia.
En 2013 la relación fue de 28 mil 224 personas agredidas por cada 100 mil habitantes, una tasa superior en 3.24 por ciento a la calculada en 2012 y 17.6 por ciento mayor a la de 2010.
Con resultados representativos de la población a escala nacional, la encuesta detectó que en 3 millones 641 hogares (33.9 por ciento del total) hubo al menos una víctima de delito en 2013, una proporción ascendente que en 2011 fue de 30.4 por ciento y de 32.4 en 2012.
En la geografía delincuencial del fuero común, en 2013 hubo 18 entidades que redujeron la prevalencia delictiva y 14 que la incrementaron. Entre las primeras sobresalieron Tamaulipas, Chihuahua, Nuevo León, Colima y Morelos. Pero donde se calculó la mayor tasa de víctimas fue en el estado de México, con 47 mil 778 personas por cada 100 mil habitantes, 64 por ciento por encima del promedio del país.
A escala nacional, “el incremento en la prevalencia delictiva se debe, en mayor medida, al aumento de los delitos más frecuentes, como robo, asalto en la calle o en el transporte público y la extorsión”, sostuvo Adrián Franco.
En cuanto a la incidencia delictiva, dijo, la Envipe estima que durante 2013 se cometieron 41 mil 563 delitos por cada 100 mil habitantes a nivel nacional. Esa tasa fue 18.3 por ciento mayor a la calculada en 2012 y superó en 36 por ciento a la de 2010, cuando se calcularon 30 mil 535 delitos por cada 100 mil habitantes.
En orden de magnitud, el agravio más perpetrado fue “el robo o asalto en la calle o en el transporte público”, con 29.6 por ciento, y la extorsión, con 23.6 por ciento. Entre ambos representan 53.2 por ciento de la actividad delincuencial del fuero común del año pasado. En cuanto a la extorsión, se estima que 94 por ciento de los casos se llevaron a cabo por teléfono.