Columna Política «REPERCUSIONES», por Samuel Maldonado B.- En los primeros días de este mes de Agosto, 40 mil metros cúbicos de ácido sulfúrico fueron derramados debido al rompimiento de una represa de jales de una de las minas de cobre más ricas del mundo, provocando daños que a la fecha son incuantificables por la contaminación de arroyos, ríos, pozos y daños en tierras de cultivo, ganado y que fundamentalmente a perjudicado a los habitantes de esta extensa zona de influencia de las fuentes de agua señalados.
Más de 18 meses ha que hubo una explosión en la Torre Ejecutiva denominada “B-2 de Petróleos Mexicanos”. El número de muertos ascendió a más de 32 y se informó que hubieron poco más de 120 heridos. ¡Nadie que se sepa, fue el culpable o el responsable de tal suceso, ni tampoco se esclarecieron las causas reales que motivaron dicho percance. Los que nos hemos quemado con leche seguramente que no aceptamos las infantiles declaraciones de los ejecutivos de la empresa ni menos las conclusiones a las que llegaron las autoridades en la materia. No sabemos con precisión cuántos y cuales fueron los documentos que se perdieron y la opinión de muchos coinciden, más ahora que se modificaron las normas constitucionales que rigen en materia energética, que las verdaderas causas fueron encriptados para ocultar saqueos y favorecer a los que tengan “la suerte” de verse beneficiados con las reformas constitucionales impulsadas.
Actualmente la mina de Cananea, Buenavista del cobre, y otras explotaciones cercanas son propiedad de uno de los hombres más ricos de México; tiene Cananea una historia de más de cien años en la que se entre cruzan los caminos de la riqueza con el de la explotación de la mano de obra y la esclavitud, misma que comienza prácticamente en 1865 cuando el Gral. Pesqueira, gobernador de Sonora, se encarga prácticamente de la desaparición o aniquilación de la tribu Apache.
Es en la época porfirista, cuando William Cornell Greene funda la compañía denominada The Cananea Conssolidated Copper Company y así se repite la etapa de explotación y marginación de los obreros que allí eran y son explotados en forma inmisericorde, de tal suerte que motivados por su desgracia, más de 2000 trabajadores, en 1899, reclaman incremento de salarios, mejores condiciones laborales, menos maltrato por parte de los patrones e igualdad con relación a los obreros de origen extranjero, por lo que promueven un movimiento que los lleva a la huelga.
No obstante los daños enormes que se han provocado por el descuido absoluto de las medidas más primarias de seguridad tanto para los obreros como para el manejo de los químicos utilizados en la separación de los minerales, el dueño del Grupo México se ha visto indolente y despreocupado tanto del mal trato dado a los mineros como por el enorme perjuicio ambiental provocado, lo que ha impulsado a la Comisión Permanente del Congreso de la Unión a sugerir se le derogue la concesión de la mina y se le exija el reparo de los daños y perjuicios provocados por su indolencia en la operación y expoliación de sus concesiones mineras.
No bien se ha hablado al respecto para exigir la reparación de los daños, cuando solidariamente el sector empresarial se ha manifestado en total respaldo de German Larrea.
Por el derrame de Acido sulfúrico, la Comisión Permanente del Congreso de la Unión, “hizo un exhorto a las autoridades en la materia para que se analice la cancelación de la concesión y que en materia laboral se le obligue al Grupo México a reparar los daños.
Ha pasado más de un siglo del inicio de la primera huelga de mineros en Cananea y las condiciones actuales de trabajo tanto en minas de carbón como en cualquier otra, prácticamente no han cambiado. ¡Es la misma historia de expoliación!, si no, recuérdese “Pasta de Conchos”, mina de carbón que prácticamente ha sido “cementerio de pobres” en la que no ha habido poder público que haya doblegado a Don Germán. Sus enormes recursos económicos no pueden distraerse ni siquiera para recuperar los restos de los mineros allí enterrados y regresarlos a sus deudos. ¡Así está el país!