Artículo de Fondo «REPERCUSIONES», por Samuel Maldonado (05-VIII-14).- En la actualidad y desde hace sexenios, muy diferentes son los intereses de la Nación de los intereses de quienes han sido, por la sinrazón que sea, los titulares del Poder Ejecutivo Federal; se observa que las prioridades de los mismos han sido determinadas por el poder económico y muy alejados de los que por salud o beneficio social, son necesarios para mantener un desarrollo equilibrado, la tranquilidad y la seguridad de toda la República.
Por otra parte, los supuestos representantes de los Estados en el Congreso de la Nación, es decir, los senadores de la República, la mayoría de ellos -salvo una minoría excepcional, tampoco se identifican con los verdaderos intereses de los estados y además, éstos representantes poca idea tienen de cuáles son sus obligaciones constitucionales y van a la deriva sólo para conservar y eternizarse en sus supuestas actividades al servicio de sus electores.
En teoría, debieran preocuparse por tener una representación paritaria en todos los estados, pero por sus intereses personales han realizado modificaciones a la ley, que los beneficia. Algunos estados están sobre representados y para desgracia del país, hay senadores ignorantes de la verdadera encomienda popular que ni siquiera se dan cuenta de la importancia del “deber ser”.
Por su parte y en relación con “los representantes de la Nación”, me atrevo asegurar, que tampoco saben que lo que debieran ser; han perdido su soberanía y en consecuencia menospreciados por el Poder Ejecutivo, defraudando (los de elección mayoritaria) a los ciudadanos.
Los legisladores federales, desde hace varios trienios vienen legislando ¡¡sic!! en forma contraria a los principios constitucionales. De representantes de la Nación se han transformado en comparsas unos de los titulares del Poder Ejecutivo; cirqueros otros y hasta trapecistas que van de la Cámara de Diputados a la de Senadores, para de inmediato regresar a la primera y más importante representación que subsiste en lo que queda de nuestra Cara Magna. Desde luego que como lo indica la regla, hay excepciones,… ¡pocas excepciones¡
Mientras en la carpa del circo se dan estas funciones, millones de mexicanos, como (Garrick) se mueren de tristeza y otros nos enfermamos del hígado, pues ya no es posible reírse ni enojarse de tanta ligereza cometida.
La mayoría de los mexicanos se encuentran en el ostracismo y ni siquiera se dan cuenta o se enteran de la gravedad de los acontecimientos, tal vez ni preocupados estén pues pareciera que no haya remedio en la botica para tanto mal.
Reportes internacionales nos hacen ver –por si no nos hemos dado cuenta- que la educación social está casi en el abandono y millones de mexicanos sin trabajo alguno; como producto del misérrimo salario mínimo que no alcanza para maldita la cosa, las cárceles se llenan de jóvenes que tampoco tiene futuro mejor y por saber que no lo tendrán, muchos van a engrosar las filas de las organizaciones criminales a sabiendas que terminaran pronto en la cárcel o en el panteón o si no desaparecidos; pero prefieren vivir de esa manera, atados en los círculos del crimen organizado donde no les falta el alcohol, la droga, mujeres y dinero; prefieren vivir poco que transitar largamente por la miseria y sin futuro alguno.
Antes siquiera podían pensar que terminarían enterrados en sus parcelas, pero ahora ni eso. Carlos Salinas les abrió las puertas del infierno al legalizar la venta de sus parcelas (sus cuatro hectáreas de riego o las ocho de temporal) y hoy, los que todavía las atienen, están amenazados de perderlas por si desgraciadamente bajo de su propiedad entregada a ellos por el General Lázaro Cárdenas, se encontraran minerales o petróleo, heredado a los mexicanos por el Diablo.
P.D.- Vaya mi pensamiento solidario con el pueblo de Palestina y mi repudio para los nazis del gobierno de Israél.