Columna Política «SOBREMESA», por Antonio Soto.- Están a punto de aprobarse todas las leyes reglamentarias de la Reforma Energética, esas nuevas leyes que según sus defensores del PRI y del PAN modernizarán y convertirán en productivo y competitivo a ese sector estratégico. Del otro lado el PRD junto con las demas izquierdas advierten del daño irreversible para México por la sobre explotación de sus recursos así como el saqueo que vendrán a hacer las trasnacionales en detrimento del interés de la Nación. Los apoyadores de la nueva legislación argumentan que bajarán los precios de los combustibles, de la electricidad y del gas, sin embargo, no han podido explicar objetivamente ni cuando ni como ocurrirá. El asunto es que habrá nuevas reglas en ese sector, reglas que permitirán que la empresa privada entre a la competencia en uno de los negocios más rentables y millonarios de México y del mundo.
En las propuestas enviadas por el Ejecutivo Federal a la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión destaca la conversión de pasivos laborales de PEMEX y CFE en deuda pública, es decir, que el gobierno federal tendrá que pagar a los más de 110 mil jubilados y pensionados de los dos organismos públicos todas sus prestaciones, las cuales como todos sabemos son millonarias y contemplan una serie de privilegios que no tiene la inmensa mayoría de la clase trabajadora en el País. En PEMEX por ejemplo sus trabajadores pueden jubilarse a los 50 o 55 años y se les paga el 100 % de su salario hasta que mueren, una vez que eso ocurre el mismo porcentaje se les sigue entregando a las viudas también hasta su muerte, en la CFE las cosas son muy parecidas, en realidad estamos frente a verdaderas mafias sindicales que año con año exigen más y más prebendas, más beneficios de retiro, más bonificaciones especiales y muchas otras ofensivas y abusivas condiciones de jubilación, como si esas empresas del Estado fueran de su propiedad, esto junto con la sangría fiscal y los jugosos negocios que una infinidad de empresarios celebran con estas dos empresas públicas a través de contratos de obras y servicios es lo que practicamente las tiene en la quiebra.
El pasivo laboral de ambos organismos asciende a más de dos billones de pesos, pasivos que se han ido incrementando año con año de manera indiscrimanda y alarmante debido a que las distintas administraciones de las parestatales han cedido en todo momento a las presiones y chantajes de personajes sindicales como Romero Deschamps actual senador del tricolor, quienes han sido aliados estrategicos de los regímenes priistas como también lo fueron del panismo cuando este tuvo el gobierno federal en sus manos y no tan sólo no combatió la corrupción en ese sector sino que incluso ésta proliferó a niveles escandalosos.
¿Será justo que el gobierno de manera directa absorva esos pasivos laborales -producto muchos ellos de la corrupción y el abuso de las mafias sindicales- y los pague con el dinero de los contribuyentes, mientras que millones de jubilados del ISSSTE y del IMSS reciben mensualmente una miseria?, francamente es una medida que tendría el rechazo de la mayoría de los mexicanos. Si el petróleo es de todos ¿Porqué la renta ha sido usufructuada en realidad por unos cuantos?. Es cierto que miles de millones de pesos que aporta PEMEX debido a la carga fiscal han sido el principal ingreso que ha tenido el gobierno federal y que ha utilizado para el gasto público por muchas décadas en distintos rubros, muchos con un beneficio social, pero también es cierto que sumas millonarias producto de la renta petrolera se han ido también por el hoyo de la corrupción sindical, en donde destaca el régimen de pensiones entre otros. Debe en esta reforma energética modificarse también el esquema de pensiones de estos dos organismos porque sino terminarán también por destrozar aún más las finanzas públicas de la Nación.
@tonosotosanchez